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“No se pueden cortar rutas en Jujuy”, dijo ayer el gobernador de esa provincia Gerardo Morales, al referirse al conflicto por salarios en el ingenio Ledesma, cuyos operarios interrumpieron el transito en la ruta 34 durante una semana y fueron reprimidos. Además, el mandatario radical anticipó que su gobierno hará “las demandas penales y contravencionales correspondientes”, y agregó que las multas que los trabajadores deberían pagar “pueden ser de hasta 6 mil pesos”.

El mandatario participó de una misa por el comienzo de la zafra en el ingenio La Esperanza, donde fue abucheado y silbado por los empleados y el público ubicados a pocos metros del acto. Estuvo acompañado por su vicegobernador, el massista Carlos Haquim, y un numeroso grupo de funcionarios provinciales e intendentes.

El gobernador agregó que le pareció “muy rara” la situación, los cortes de ruta y el paro en medio de las negociaciones salariales. Y cuestionó el accionar de la justicia. “La falta de acción del fiscal federal fue patética, lamentable; estamos evaluando el accionar de la justicia federal, y al que no actúe bien lo vamos a demandar penalmente, los jujeños estamos hartos de los cortes de ruta”, advirtió. Morales se refirió así al fiscal Domingo Batule, quien se trasladó la protesta e intentó interceder mediante el diálogo ante los manifestantes.

Los sectores que silbaron a Morales denunciaron el plan de despidos, las falsas afirmaciones sobre inversión, y también le recordaron que los trabajadores del ingenio El Tabacal están en paro (por un lockout patronal), entre otros cantos y gritos que mostraron el profundo malestar de los trabajadores.