[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

“Lo mueve el odio. Pero le va a resultar difícil hacerlo”, respondió ayer un Carlos Menem desafiante cuando lo consultaron sobre la decisión del juez Jorge Urso, que está dispuesto a pedir su captura internacional si el martes que viene el ex presidente no abandona Chile y se presenta a declarar. Como parte de su estrategia, los abogados del riojano adelantaron ayer que planean recusar al magistrado por “enemistad manifiesta”, de manera de demorar el trámite e impedir que se libre el pedido de arresto, tal como hicieron en su momento con Norberto Oyarbide. No necesariamente el planteo tendría el mismo éxito. A pesar del intento de correrlo de la causa, Urso podría mantener la citación.
Urso investiga a Menem por supuestos sobreprecios en la licitación para la construcción de las cárceles de Ezeiza y Marcos Paz. Luego de concederle tres prórrogas, el juez fijó el martes que viene como fecha para la indagatoria y dejó trascender que, si Menem cumple su promesa de permanecer en Santiago, está dispuesto a pedir su extradición.
Ayer, Menem confirmó que no tiene pensado viajar a Buenos Aires. “Ya son tres veces que fui detenido y no quiero que me ocurra por cuarta vez lo mismo. Hasta que no solucione esto, que se va a solucionar porque todo se inventa, voy a permanecer en Chile”, aseguró a Radio Fénix de La Rioja. Enojado, responsabilizó al Gobierno por su situación. “Una injusticia influida por el Poder Ejecutivo se convierte en cualquier cosa. Están dispuestos a detenerme de nuevo y no sé por qué. Esta persecución se tiene que terminar y voy a volver con la frente bien alta”, explicó Menem, que incluso tildó de “Judas” al ministro de Justicia, Gustavo Beliz.
La estrategia del ex presidente consiste en recusar a Urso por “enemistad manifiesta” con el argumento de que el magistrado ya lo había detenido en el 2001, cuando investigaba la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia. La táctica de la recusación ya funcionó con Oyarbide, que lo había procesado por el supuesto ocultamiento de cuentas en Suiza. El 31 de marzo pasado, el riojano reclamó el apartamiento del juez y logró que se suspendiera la audiencia fijada para el primero de abril. Oyarbide se negó a apartarse del expediente. Sin embargo, suspendió no sólo la audiencia sino también la investigación contra Menem hasta que la Cámara Federal porteña decida si autoriza un cambio de juez o confirma su continuidad. La Cámara convocó a la defensa de Menem para el jueves 22 de abril para que presente los argumentos contra Oyarbide.
Pero Urso podría no coincidir con el criterio de su colega. Según explicaron sus colaboradores, el juez tiene la facultad de mantener la citación del ex presidente a pesar del planteo de recusación. Por las dudas, los defensores del riojano, Oscar Salvi y Alejandro Novak, comenzaron a trabajar con un equipo de abogados chilenos. Si el recurso para eludir la medida no da resultado y la orden de detención se concreta solicitarían que Menem no vaya a prisión y abrirían una discusión jurídica que en última instancia deberá saldar al Corte Suprema chilena.
Como si su situación judicial no fuera lo suficientemente complicada, Menem no se privó de dar su opinión sobre algunos temas, como la crisis energética. “No es por falta de inversiones sino por el reajuste de tarifas que no se hizo”, explicó. Y hasta adelantó que quizás se candidatee en el 2005. “Puede ser. Se van renovando los cargos legislativos y, de alguna forma, es volver ejerciendo alguno de los cargos que van a estar en danza”, explicó.