ESPECTáCULOS › MIMI MAURA PRESENTA ESTA NOCHE SU DISCO “FRENESI”
“No cerramos las puertas”
La cantante puertorriqueña y Sergio Rotman explican la evolución de una propuesta que busca crecer en personalidad y madurez.
Por Roque Casciero
Quienes conocieron a Mimi Maura –o a Midnerely Acevedo, que tal es su verdadero nombre– cuando comenzaba a subirse a los escenarios porteños recordarán a una muchacha tímida, que parecía pensar todo dos veces antes de hacerlo y que sorprendía por el caudal de su voz. En la playa de su Puerto Rico natal, junto a Sergio Rotman (por entonces miembro de Los Fabulosos Cadillacs), había imaginado una cruza de boleros con ska. La historia siguió en Buenos Aires, donde nacieron Leroy, el hijo de ambos, y Mimi Maura, una banda que lleva el nombre de su vocalista. Hoy aquella muchacha tímida le dio paso a una artista cada vez más completa: si ya tenía la garganta, le agregó desenvolvimiento en escena y hasta una faceta compositiva que crece en cada disco. Esa es la Mimi Maura que se verá esta noche en La Trastienda, en la presentación de su disco más reciente, Frenesí. “Siento que mejoro después de cada show, que encontré una energía que es mi razón para existir”, asegura la cantante en la entrevista con Página/12. “Hay mucha gente que nunca encuentra algo que quiera hacer hasta que se muera, así que tengo que agradecer haberme dado cuenta de qué es lo mío. Claro que no cierro la puerta, siempre hay estímulos nuevos, pero encontré algo que me pega muy fuerte y que le pega muy fuerte a la gente que me rodea. Por eso trato de ser cada vez más responsable, tomármelo en serio.”
–Sin la aparición de Mimi Maura, ¿existiría una escena de ska en la Argentina?
Sergio Rotman: –Creo que todavía no se armó una escena de ska. Por ahí Dancing Mood (la banda de Hugo Lobo, que toca en Mimi Maura) está relacionado con nuestro crecimiento, pero creo que hay más una escena de reggae. Los Wailers tocaron para 20 mil personas y los Skatalites van a venir a Niceto: hay una diferencia bestial. No se ha formado una escena netamente de ska y, la verdad, no veo mucho espacio para que exista una movida como la que hay en México DF o en Madrid. Buenos Aires es más sentimental, por eso el reggae sí pega.
–En Mimi Maura tocan tres ex Cadillacs (además de Rotman, el baterista Fernando Ricciardi y el percusionista Toto Rotblat), que han encontrado un lugar para sus composiciones que antes no tenían.
S.R.: –Totalmente. Es interesante trabajar así. Requiere de un gran amor y una gran paciencia, cosa que no está sobrando en estos tiempos que vivimos. Lo sigo encontrando mucho más interesante que ser un solista. Es muy depresivo tener que trabajar con sesionistas. En mi escala de odio y desprecio, los sesionistas vienen apenas debajo de los fratricidas (risas).
–Una de las diferencias más notorias entre Frenesí y los trabajos anteriores del grupo es que todos los temas son composiciones de sus integrantes. Y la otra es que no hay cruzas de bolero con ska.
Midnerely: –Antes teníamos los boleros casi regalados, porque hacíamos temas de La Lupe o de mi padre (el cantante Mike Acevedo). Me parece que hacía falta un cambio, aunque tampoco fue algo demasiado pensado. En algún momento íbamos a poner versiones, pero vimos que teníamos muchas canciones de los que componemos en el grupo, que somos cinco. La parte bolerística está más presente en la melancolía que tiene el disco. No es tan festivo, es más denso, para pensar. Pero no creo que sea triste.
–Su padre murió en Estados Unidos durante la grabación de Frenesí. ¿En qué medida eso afectó el clima del álbum?
M.: –Creo que debe haber afectado en algo. En la grabación di lo máximo posible. Los temas estaban listos, me bebí una botella de whisky y los canté. La muerte de mi padre fue un bajón, porque él tenía muchos deseos de venir para acá. El no esperaba morirse, era como un niño. Eso me hace pensar que los hombres nunca terminan de madurar, siempre son como niños (sonríe). El quería editar un disco que tenía inédito, grabar acá... Su mejor material está en el disco que sacamos acá con Sergio (Vente conmigo), aunque tengo que investigar las cintas que dejó. Seguro que me encuentro con algunas joyas.