EL PAíS
Filigrana peronista para no fracturar al bloque
“En cualquier momento nos frenan las leyes que necesita el Presidente”, desconfían en la Rosada de los diputados duhaldistas. A partir de esa definición alentaron la formación del sub-bloque K aunque tampoco quieren quemar las naves. Observan a Camaño y reivindican a
Díaz Bancalari.
Por Felipe Yapur y Eduardo Tagliaferro
Es como una especie de santuario laico. Todos concurren allí para tratar de hacer realidad sus deseos, para presentar sus reclamos, para darle cuerpo a alguna negociación política, o bien para transmitir un mensaje público, como hizo Eduardo Duhalde. El despacho del titular de la Cámara de Diputados, el bonaerense Eduardo Camaño, es una especie de Tienda de los Milagros. En la antesala de la oficina del quilmeño, el último miércoles, la misma jornada en la que Aníbal Fernández salió a responderle a Alfredo Atanasof –por haber dicho que “el Gobierno conduce al partido piquetero”– se cruzaron el kirchnerista Osvaldo Nemirovsci con Atanasof. “Le dije que no coincidía con sus opiniones y le pedí dejar al bloque parlamentario fuera de esta pelea”, fue la frase que Nemirovsci comentó a este diario haberle dicho al bonaerense. Luego ante Camaño, el integrante del sub-bloque K le transmitió que por el momento el Gobierno no piensa en desplazarlo. “Tan sólo por ahora”, confió a Página/12 un interlocutor privilegiado del presidente Néstor Kirchner.
La aparición del grupo de diputados K generó bastante ruido en el sector duhaldista de la Cámara baja. Es que saben que la orden que recibieron del Presidente no termina en la simple aparición, también incluye desarrollar una tarea de respaldo al gobierno nacional ante el embate de Duhalde y sus acólitos. “Lo tenemos que hacer porque en cualquier momento estos tipos (los duhaldistas) nos cagan”, aseguró el habitante de la Rosada. Cuando se le pide más precisiones, el funcionario no duda: “En cualquier momento nos frenan las leyes que necesita el Presidente”. Estas órdenes no incluyen por el momento cuestionar la tarea realizada por Camaño y, mucho menos, la conducción del bloque que desarrolla José María Díaz Bancalari.
Sobre el titular del cuerpo reconocen que, siempre por ahora, cumple con su función, a pesar de que reconocen que no es santo de su devoción. El funcionario de la Rosada no lo dice, lo hacen los hombres del Congreso, pero a Camaño lo precisan en el cargo porque obliga al duhaldismo a respaldar las iniciativas parlamentarias del Gobierno. El fracaso de una ley también es costo para los representantes del ex presidente.
La situación de Bancalari es diametralmente opuesta. Kirchner lo considera su hombre de confianza y lo quiere en ese estratégico puesto. No le pide que abandone el duhaldismo y mucho menos que haga un acto de devoción al proyecto K. En todo caso, al Presidente y a sus ministros les preocupa que Díaz Bancalari se encuentre en una especie de tierra de nadie y reciba fuego de ambos bandos. Así, no quieren que sea el referente del sub-bloque. Tampoco habrá una sola cabeza. “Por el momento hay una coordinación que realizan Nemirovsci, Ricardo Falú, Daniel Varizat y Juan Manuel Irrazabal”, confió a este diario un diputado K. Estos cuatro no son los únicos que tienen buena comunicación con Balcarce 50, también suelen mantener contacto fluido y presencia el vicepresidente primero de la Cámara, Eduardo Arnold (Santa Cruz), el correntino Hugo Perié y José Mongeló (Chaco).
La tarea de los diputados superoficialistas no termina en la conformación de este sub-bloque. También les han pedido que desarrollen una fuerte tarea territorial en sus distritos. “El proyecto político del Presidente no se limita a los despachos del Congreso. Queremos que trabajen en sus provincias y que construyan para tener una fuerte presencia”, dijo uno de los hombres del Presidente que tiene la responsabilidad de llevar adelante esta tarea.
“No, no hay ninguna tregua con el duhaldismo”, comentó a este diario uno de los diputados del sub-bloque K, cuando se lo consultó por una versión que ayer hizo correr el duhaldismo y que aseguraba que, luego de una comunicación telefónica, un ministro del Gobierno había comprometido una tregua con los bonaerenses y que también había anunciado la suspensión sin fecha de la conformación de este sub-bloque. Desde la Rosada, un funcionario consultado por este diario también desmintió la especie. Es más, puso todo su énfasis en la desmentida.
De hecho, los cruces verbales tendrán un parate temporario. El viaje a China lo llevará a Kirchner a estar once días fuera del país. Plazo en el que difícilmente algunos de los ministros que quedan en la Argentina decidan avivar el enfrentamiento con Duhalde. Por lo pronto, el caudillo bonaerense también tiene previsto salir de gira. El próximo sábado, acompañado por su siempre fiel Atanasof, estará presente en una reunión del Mercosur que se realizará en Asunción, Paraguay.