EL PAíS › EL GOBIERNO Y RAUL CASTELLS AMPLIARON SU PELEA
Nuevo round con los duros
Raúl Castells aseguró que el Gobierno intentó sobornarlo, pero no dio mayores precisiones. Alberto Fernández respondió que el líder piquetero es “un marginal que reniega de la democracia”.
Por Diego Schurman
En un nuevo round de la pelea con la administración kirchnerista, el piquetero “duro” Raúl Castells aseguró ayer que el Gobierno intentó sobornarlo y como no lo logró ahora busca meterlo en la “bosta” de la interna justicialista para ensuciarlo. Como respuesta, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, deslegitimó al denunciante. “Es un marginal que reniega de la democracia”, dijo.
Castells subió la apuesta luego de la dura réplica oficial contra el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados por las tomas de locales McDonald’s y puestos de peajes de autopistas del conurbano. “A mí me propusieron darme dinero, subsidios y hasta cargos para que nos hiciéramos oficialistas. Como rechazamos todo eso ahora quieren hacerme pasar por duhaldista y se olvidan que fue durante la gestión de Duhalde, tanto cuando fue gobernador como cuando fue presidente, que yo estuve preso”, aseguró a Página/12 el dirigente piquetero.
Según Castells, en la Casa Rosada le ofrecieron lo mismo que a Luis D’Elía, el piquetero afín al Gobierno, con la diferencia –según dijo– de que éste aceptó el dinero.
“A cambio del apoyo al Gobierno, D’Elía recibió, en blanco, 44 millones, 200 mil planes sociales sin requisitos, 350 mil pesos y, mínimo, 400 mil pesos en negro tal como denunció el dirigente santafesino Juan Dávalos”, expulsado de la Federación de Tierra y Vivienda acusado de corrupción y acoso sexual.
“Esta gente –dijo Castells sobre supuestos funcionarios del Gobierno– no entiende nada. Era la primera vez en la vida que me sobornaban y además me retaban porque les rechazábamos los sobornos, pero yo voy a morir socialista.”
–¿Quién intentó sobornarlo? –le preguntó Página/12.
–No voy a ampliar. Lo que dije es todo lo que voy a decir. El día está bastante pesado para seguir hablando. Ahora van a tratar de apuntarme para que diga fulanito o menganito, pero acá el problema es político –esquivó el piquetero.
–Al respecto, ¿tiene algún tipo de relación con el duhaldismo, como señaló D’Elía?
–De ninguna manera.
–¿Y por qué cree que lo vinculan con el ex presidente?
–Para ensuciarnos. Nos quieren meter a nosotros en la interna del PJ. Pero la pelea de Kirchner y Duhalde es como titanes en el ring: nos quieren hacer creer a todos que se pelean cuando en verdad son amigos, no tienen diferencias de fondo y cuanto mucho discuten por una cuestión de plata. Nos quieren ensuciar con la bosta de esa interna y encima ahora, como si fuera poco, (el ministro del Interior) Aníbal Fernández está pidiendo abiertamente que intervenga la Justicia.
Sobre este último tema, el que salió a cruzarlo desde la Casa Rosada fue el otro Fernández, Alberto. Al reiterar la decisión del Gobierno de no reprimir las manifestaciones piqueteras, el jefe de Gabinete advirtió igualmente que “cuando la Justicia interviene y ellos insisten en seguir cortando rutas me parece que el que viola la ley debe someterse a los resultados propios de quien infringe la ley”.
Fernández no se detuvo ahí. Y se preocupó por deslegitimar con nombre y apellido al titular del MIJD. “Castells no es un líder de masas, es un hombre marginal. Políticamente piensa de un modo que ya nadie piensa en la Argentina, es un hombre que reniega de la democracia. Lo único que hace es recorrer radios y canales de televisión anunciando que va a tomar edificios públicos.”