EL PAíS › LA UCR SE DISPONIA A POSTERGAR EL JUICIO POLITICO
Un breve respiro a Montiel
Se suponía que el PJ no conseguiría quórum para empezar el juicio político. Pero lo hubo. Al cierre de esta edición, los radicales estaban preparados para evitar la votación. Lo que viene.
Por Daniel Enz
Desde Paraná
Sergio Montiel sigue muy cerca de ser suspendido como gobernador de Entre Ríos, una decisión que desataría una crisis inédita en la provincia y otra en la coalición nacional de gobierno, renuncia de Raúl Alfonsín a su banca incluida. Pero es posible que gane unos días. La Cámara de Diputados logró, inesperadamente, quórum para deliberar sobre el juicio político. Al cierre de esta edición, tras una sesión tumultuosa, los legisladores de Sergio Montiel estaban decididos a abandonar el recinto a la hora del voto, dejando a la sesión sin diputados suficientes. Así postergarían por varios días el tratamiento del dictamen favorable de la mayoría para la concreción del juicio político. Montiel sigue confiado en el apoyo de Raúl Alfonsín y Eduardo Duhalde. Hasta anoche, el ex gobernador Jorge Busti no recibió llamado alguno del Presidente.
Nadie calculó en la sesión de Diputados que llegarían al recinto cuatro legisladores radicales. Los números previos indicaban que sólo concurrirían los 13 diputados del PJ, 4 de la Intransigencia para el Cambio (que es un bloque conformado son los montielistas disidentes) y dos de la UCR. Entre ellos, el presidente del cuerpo, Julio Rodríguez Signes, quien estuvo codo a codo con el gobernador en el primer año y medio de gestión, pero que se alejó cuando comenzó a vislumbrarse el caos económico en la provincia. El quórum se lograba con 21 diputados y llegaron 23.
Los diputados opositores llegaron en medio del más absoluto abucheo. El grito de “hijos de puta” fue el que más sonó en la barra del recinto, donde se instalaron numerosos funcionarios de segunda línea, militantes radicales y un minúsculo grupo de empleados cesanteados por Montiel al inicio de la gestión. Estos pudieron ingresar varias horas antes, porque cerca del horario previsto se clausuraron las puertas y no se permitió el acceso de los dirigentes de ATE o de la CTA. La Policía –por orden del Poder Ejecutivo– clausuró cada una de las seis puertas de la Casa de Gobierno. “Unicamente pueden ingresar los funcionarios”, fue la respuesta de los policías apostados, lo que provocó que periodistas y senadores provinciales no pudieran acceder por varias horas. Pero junto a los policías hubo también gendarmes, solicitados por la presidencia de la Cámara, para garantizar la seguridad.
La presión del público fue importante, ya que las barras se encuentran a no más de 2 metros de los diputados y la tensión producida por los gritos de la gente contra los legisladores radicales y disidentes, provocó que fueran retirados algunos de ellos.
Montiel siguió el plenario por tevé, acompañado de algunos de sus colaboradores y se emocionó al escuchar los gritos de “no se va, el Negro no se va”, que cantaba el público en las barras. “Está muy confiado en que sale adelante”, confió uno de sus funcionarios. El optimismo del gobernador sigue girando en torno a las presiones del senador nacional Raúl Alfonsín sobre el presidente Eduardo Duhalde y las operaciones de algunos de sus más allegados, como el caso de Leopoldo Moreau o el ex ministro Enrique “Coti” Nosiglia, quienes no dejaron de llamar a los diputados díscolos en los últimos días, para hacerles cambiar la opinión en el voto. “Son unos atrevidos”, dijo el diputado Adolfo Lafourcade. “Los que ahora nos quieren presionar son los mismos que no me daban bolilla cuando les iba a pedir ayuda por las denuncias contra el ex senador Augusto Alasino”, recordó.
“Jorge Busti está cercado y va a tener que pedirle a sus diputados que retrocedan”, dijo uno de los colaboradores de Montiel. Hasta ayer, el ex gobernador no había recibido llamado alguno de parte de Duhalde. “Y yo no tengo necesidad de llamarlo. Que el juicio político se maneje por los carriles constitucionales establecidos. Esto es una cosa de Entre Ríos y la Nación no tiene nada que ver”, razonó Busti. El senador nacional del PJ logró incluso ayer que tanto sus pares como los diputados nacionales del PJ emitieran sendos documentos resaltando la “autonomía” de Entre Ríos en el juicio político contra Montiel.
El optimismo montielista para tumbar las pretensiones del juicio político también estaba basado en otra cuestión: la posibilidad de lograr el voto de por lo menos dos diputados del PJ. “De esta manera la oposición no lograría los 19 votos que requieren para hacer lugar al planteo de juicio político y se caería el proceso”, se indicó. Se estaba apuntando a los diputados José Angel Allende y Félix Del Real. El primero de ellos es el actual secretario general de UPCN Entre Ríos y en su historia siempre trabajó como aliado de los gobernadores de turno. Sin embargo, en los últimos meses se había alejado de Montiel, especulando quizás con su intento de renovar el mandato gremial. No obstante, el viernes se conoció un decreto de Montiel, que anuló las elecciones en la obra social de la provincia –Iosper–, que está actualmente en manos de ATE y a la que UPCN quiere lograr. La decisión del gobernador se entendió como un intento de acercamiento para con Allende. “Están todos alineados y van a votar a favor del juicio político iniciado por el Frenapo Entre Ríos”, dijo Busti, cuando fue consultado sobre las dudas que había.
El dictamen en mayoría que leyó el diputado Guillermo Guastavino (PJGualeguaychú) –donde explicó por qué se tenía que enjuiciar a Montiel por mal desempeño y violación de la Constitución provincial– demandó dos horas. Allí aparecen las causales para el juicio a Montiel: entre otros, la no remisión de fondos a la obra social –pese a que se descontaban a los empleados públicos–; el apropiamiento de los ATN enviados a los municipios entrerrianos o la capitalización de las empresas del Estado, Líneas Aéreas de Entre Ríos y el Instituto del Seguro, en medio de la peor crisis de la historia. El momento más tenso fue cuando se leyeron las alternativas relacionadas con las tres muertes que hubo en los días de los saqueos de diciembre: dos niñas –de 13 y 15 años– y un joven de no más de 25, militante de la Corriente Clasista y Combativa. Por uno de esos casos hoy está procesado un cabo de la Policía, porque mató a la joven Eloísa Paniagua, a no más de 20 metros y de un balazo de plomo en la frente, a varias cuadras de un supermercado. Sin embargo, el jefe de Policía, el cuestionado comisario Victoriano Ojeda nunca renunció, ni tampoco el también criticado ministro de Gobierno y Justicia, Enrique Carbó. Montiel siempre felicitó el accionar de la Policía de esos días; incluso, lo reiteró el sábado, en oportunidad del Congreso Provincial de la UCR.
La estrategia radical –al cierre de esta edición– pasaba por dejar sin quórum a la sesión. “Todos se van a levantar a la hora de la votación”, se explicó. La sesión se volverá a convocar para hoy a la tarde y existen algunas estrategias a seguir, para obligarlos a los radicales a sentarse en las bancas. Una de ellas, obligarlos con la Gendarmería Nacional a concurrir al recinto, puesto que la Policía de Entre Ríos es manejada por el Poder Ejecutivo. “Pero antes que lleguen lo gendarmes, la gente los va a ir a buscar a sus casas”, se indicó en los pasillos, mientras afuera de la Casa de Gobierno cada vez era mayor el número de personas. La otra salida es agotar por varias semanas las convocatorias y aplicar el artículo que establece que los legisladores que no asisten por un tiempo prolongado a las sesiones, pueden ser exonerados y reemplazados por los suplentes.
Mientras tanto, el Senado sigue esperando qué sucede en Diputados. Hay quienes sostienen que Montiel se las verá peor en la Cámara alta que preside el vicegobernador Edelmiro Pauletti, oriundo de Gualeguaychú. De once senadores de la Alianza (hay 6 del PJ), solamente 4 estarían dispuestos a rechazar el juicio político a Montiel que, si prospera elpedido en Diputados, quedará automáticamente suspendido en sus funciones por el término de 90 días y será reemplazado por Pauletti. .Unicamente le responden los de sus sector., se informó. Ese es el problema mayor que tiene hoy por hoy Montiel: cada vez menos los que le responden y nadie está dispuesto a pactar acuerdo alguno con él. “Ya no le creen”, se acotó. El sábado, en el Congreso Radical, Montiel fue tajante. “el gobernador soy yo”, dijo.