EL PAíS › ABRIO LA ESCUELA DE ARTES Y OFICIOS MARTIN TINTO
Oficios, con mucha historia
Trabajadores y desocupados se reunieron para el renacimiento de la Escuela de Oficios de Astilleros Río Santiago en los galpones de Swift.
Por Adriana Meyer
El viejo edificio del ex frigorífico Swift, derruido y semiocupado por oficinas de Pymes, fue escenario de un ansiado nacimiento. Allí empezó a funcionar la Escuela de Oficios de Trabajadores Desocupados y Ocupados Martín Tinto. La iniciativa de la Unión de Trabajadores Desocupados de Berisso, la agrupación Marrón del Astillero Río Santiago y el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh) apunta a recrear la escuela de artes y oficios que funcionaba en el astillero hasta 1987 para la capacitación interna. Ciento veinte inscriptos, entre hijos de trabajadores del astillero y de desocupados, ya comenzaron el primer curso de soldadura que durará tres meses.
El día amaneció con lluvia, pero esto no impidió que un centenar de personas participara del inicio de las clases. En las instalaciones de Swift, que el siglo pasado vieron pasar a miles de obreros, relucían los enormes salones reciclados. Cuatro máquinas de soldar, los boxes, las máscaras, delantales y guantes se destacaban ante los inminentes alumnos. Los flamantes estudiantes miraban las herramientas con las que aprenderán un oficio para acceder al necesario trabajo genuino.
La UTD de Berisso y los trabajadores del astillero ya habían sellado un acuerdo para avanzar hacia ese objetivo, es decir, una alternativa a los planes asistenciales. Hace dos años surgió la idea de reabrir la escuela que funcionaba dentro del astillero, pero con acceso para la comunidad. Presentaron el proyecto en el Concejo Deliberante de Berisso y Ensenada, y en la intendencia. Tras algunas discusiones con el Ministerio de la Producción se decidió cederles el predio de la vieja Swift, en el polígono industrial de Berisso. Y este año se concretó la entrega de los 300 metros cuadrados, al tiempo que la UTD compró cuatro máquinas de soldar.
Los trabajadores del astillero serán los instructores ad honorem, incluido el jefe de soldadura, que dirigirá la escuela. Los electrodos para comenzar fueron donados por una empresa proveedora del astillero, al igual que otros insumos necesarios para la práctica de soldadura. Con el tiempo piensan ampliar los cursos a otros oficios tales como electricidad.
La abogada del Ceprodh María Laura Farías explicó que “Martín Tinto era un joven de 25 años que trabajaba en el polígono, más de 12 horas por día, en negro y sin derechos, y el 31 de diciembre de 1999 murió aplastado por un montacargas mientras desempeñaba tareas fuera de horario”. Y agregó que el taller de soldadura llevará su nombre, “para que los jóvenes que van a aprender este oficio también se sumen a la defensa de los derechos de los trabajadores”. Por su parte, Miguel Lago, uno de los instructores, dijo sentir “orgullo” por el emprendimiento, y manifestó que “esta escuela es la expresión de la unidad de ocupados y desocupados”.
Ante la mirada de una delegación de ceramistas de Neuquén, y obreras de Brukman, las docentes de la Escuela 17 de Berisso (para la cual la Escuela de Oficios repara mesas y bancos) realizaron el sorteo de los primeros inscriptos. “Queremos además que éste sea un lugar donde podamos encontrarnos, organizarnos y también divertirnos”, expresó Miguel, un joven miembro de la UTD.