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Tras perder la última carta, hoy comienza en España el juicio oral contra el ex represor Adolfo Scilingo. El informe forense, solicitado por la Audiencia Nacional de España luego del desmayo que sufrió el miércoles, ratificó que el ex capitán de navío está en condiciones de presentarse ante la Justicia ibérica. La causa que debe enfrentar por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar marca un hecho de trascendencia en el derecho internacional. Es el primer juicio presencial que un ex integrante de la dictadura militar debe enfrentar en el exterior.
Frente a algunos rumores que sostuvieron la posibilidad de que el estado de salud de Scilingo pudiera atrasar la causa, representantes de la Dirección de Instituciones Penitenciarias de España informaron que según el informe forense “su estado de salud general es bueno”. La medida fue adoptada por la Justicia española tras el desmayo que sufrió el miércoles a raíz de la huelga de hambre que mantiene desde el 8 de diciembre. Scilingo será trasladado mañana a las salas de la Audiencia Nacional desde la cárcel de Alcalá Mecó, donde permanece preso hace tres años.
El ex marino fue detenido en España en 1997 tras reconocer que participó en dos vuelos de la muerte. Mientras que en aquel momento las leyes de Punto Final y Obediencia Debida impidieron que la causa avance en Argentina, el juez Baltasar Garzón llevó adelante la investigación en España. Finalmente, el represor será juzgado en el extranjero, acusado por 30 delitos de asesinato, 93 de lesiones, 255 de terrorismo y 286 de torturas. Asimismo, según informó el abogado e impulsor del juicio, Carlos Slepoy, en un reportaje publicado ayer por Página/12, se le imputa responsabilidad por todos los crímenes cometidos en la Escuela Mecánica de la Armada, donde actuó entre 1976 y 1977.
Por la cantidad de testigos, alrededor de 200, se prevé que el proceso judicial se prolongue alrededor de tres meses. Durante este período la Audiencia Nacional española recibirá el testimonio de 21 sobrevivientes del centro clandestino que funcionó en la ESMA. También declararán el ex fiscal en el Juicio a las Juntas, Julio Strassera, el escritor Ernesto Sabato, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, Horacio Verbitsky, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y el secretario de la Central de Trabajadores Argentinos, Víctor De Gennaro.
Como muchos de los testigos no podrán trasladarse a Madrid, su declaración será transmitida por videoconferencia desde Argentina. El procedimiento estará a cargo del juez Claudio Bonadío y está previsto que se realice en la misma sala donde se llevó a cabo el histórico Juicio a las Juntas.
Según informaron fuentes judiciales, el juicio se desarrollará en 20 sesiones. La declaración de Scilingo comenzaría el 17 de enero y dos días después empezarían a tomar declaración a los testigos. En esta etapa del proceso, se intentará probar que durante la dictadura existió un “plan generalizado y sistemático” de represión en el que participó Scilingo, quien entonces, además de ser el primer represor que enfrenta un juicio presencial en España, inaugura la posibilidad de que un militar de la dictadura argentina sea condenado por genocidio.