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Desde el macrismo y la izquier-da lo acusaron de “soberbio” y consideraron que fue “evasivo” en sus respuestas y que tuvo argumentos “poco sólidos”. Para el socialismo, tanto la izquierda como el macrismo convirtieron a la virtual interpelación al jefe de Gobierno porteño “en un festival del discurso”. El kirchnerismo aliado al ibarrismo se jactó de que la oposición “no lo pudo acorralar”. Tan disímiles fueron la evaluaciones que hicieron ayer legisladores de distintos colores políticos sobre el paso de Ibarra por la Legislatura.
“El mensaje de Ibarra fue decepcionante. Fue una fuga hacia adelante. No le pido la renuncia, pero quiero que diga que va a cambiar la forma de gobernar, tiene que reconocer en serio su responsabilidad en la tragedia de Cromañón y no diluirla, como hizo, en legisladores, jueces y fiscales. Esperaba que diga: ‘La verdad no se gestionó bien’”, señaló la presidenta de Compromiso para el Cambio, Gabriela Michetti. Jorge Enríquez, de Juntos por Buenos Aires, el otro sector macrista, acusó a Ibarra de haber actuado en la sesión “de manera absolutamente soberbia e irresponsable” y dijo que con su discurso, en el que buscó “desligar responsabilidades”, en realidad “le tomó el pelo a la gente”.
Jorge San Martino, de Recrear, dijo: “A confesión de partes, relevo de pruebas. Ibarra reconoció que tendría que haber clausurado Cromañón y no lo hizo. Nos dio la razón para seguir con la demanda en la Justicia por incumplimiento de los deberes de funcionario público”, destacó.
Para la zamorista Noemí Oliveto “nadie salió airoso” de la sesión. “Ibarra no terminó de hacerse responsable de lo que ocurrió, y se vio una dirigencia política que le da la espalda a la población y que sigue armando operaciones políticas”, evaluó la diputada de Autodeterminación y Libertad. Y dijo no tener dudas de que el pedido de cuarto intermedio “fue una maniobra de (Mauricio) Macri”. El socialista Roy Cortina rescató que Ibarra se haya puesto a disposición de la Justicia y haya asumido “muchas responsabilidades por fallas y errores en su gestión”. “Cumplió con su deber”, resumió. También cuestionó a la principal fuerza de la oposición. “Es un oportunismo político del macrismo querer mezclar la responsabilidad política con la culpabilidad penal” de Ibarra en la catástrofe de Once, señaló. También cuestionó al Interbloque de la Izquierda. “Es una vergüenza pedir una interpelación y decir no tengo preguntas como hicieron varios bloques”, agregó.
Sergio Molina, de la bancada Del Sur –que integra el Interbloque de la Izquierda– fue muy crítico de la exposición de Ibarra. “Hizo una defensa personal de su cargo”, cuestionó. Para Beatriz Baltroc, que llegó a la Legislatura en una lista ibarrista y después formó un bloque unipersonal alineado con la izquierda, el jefe de Gobierno mostró una actitud “soberbia”, fue “bastante evasivo en sus respuestas”, y mostró “argumentos poco sólidos”. “Si algo quedó demostrado fue que lo de Cromañón no fue un hecho aislado, y que el gobierno porteño tuvo cinco años para modificar el área de inspecciones y habilitaciones y no lo hizo”, disparó.
El kirchnerista Diego Kravetz, que se mostró como un aliado de Ibarra en el recinto, destacó la presencia del jefe de Gobierno en la Legislatura. “Que haya ido al recinto y se le hayan podido hacer preguntas fue importante para todos, para la sociedad y la política, para empezar a ubicar a los responsables”, de la tragedia. A la vez, Kravetz consideró que Ibarra de alguna forma salió “fortalecido” porque la oposición “no lo pudo acorralar”.