EL PAíS › ENCUESTA SOBRE LA PROPUESTA DE IBARRA
No a la renuncia, sí a que se haga cargo
Un estudio de Zuleta Puceiro revela que la mayoría de los porteños no está de acuerdo con el referéndum, considera que Ibarra tiene responsabilidad institucional en la tragedia y quiere que rinda cuentas e investigue.
Por Raúl Kollmann
Aníbal Ibarra lograría ganar la consulta popular por un margen más que apreciable si la votación se hiciera hoy. Sin embargo, más de la mitad de la población no está de acuerdo con la realización del plebiscito y esa idea, con el correr de las semanas, podría operar como un riesgo para el triunfo del jefe de Gobierno. El ciudadano común considera que Ibarra tiene responsabilidad institucional y política en la tragedia de Cromañón, pero preferiría que siguiera gobernando, rindiera cuentas, investigara y no eludiera las imputaciones. Paralelamente, el cuestionamiento abarca a la totalidad del arco político, y una de las razones por las que se reclama que Ibarra siga gobernando es porque no se ven alternativas claras en la oposición.
Las conclusiones surgen de una encuesta realizada ayer, durante todo el día, por la consultora Opinión Pública Servicios y Mercados que lidera Enrique Zuleta Puceiro. En total se entrevistaron 300 personas, respetando las proporciones de edad, sexo y nivel económico-social en función del barrio del entrevistado.
“Tal vez el dato más notorio que surge del trabajo –le dijo Zuleta a Página/12– es que a más de la mitad de la población no le gusta la idea del plebiscito. Cerca de un 70 por ciento cree que Ibarra tiene responsabilidad en lo ocurrido y que debe responder desde el cargo, desde la función que tiene. La consigna hoy es hacerse cargo y tiene la misma fuerza que aquel que se vayan todos. Es una exigencia muy fuerte que incluye transparencia, honestidad, investigación, develar la corrupción, no eludir la responsabilidad. Hoy el ciudadano no le pide cultura, educación ni asfalto a Ibarra, sino que se haga cargo. Ese no es un dato desfavorable para el jefe de Gobierno. Es difícil, por ejemplo, imaginarse a ciudadanos pidiéndoles a Carlos Menem o Alberto Kohan que se hagan cargo de algo. A ellos les dirían que no los quieren ver más. La exigencia parece ser muy parecida a lo que expresó la madre de una víctima ayer en la Legislatura: “Mirame a los ojos, hacete cargo, no plebiscites la muerte de mi hija”.
“Hoy en día está claro que Ibarra llevaría las de ganar en un eventual plebiscito, pero todo puede terminar siendo distinto –diagnostica Zuleta-. La consulta va a forzar las instituciones, puede llevar a una tergiversación de la polémica con la derecha y no es de descartar que el ciudadano perciba todo como una maniobra, un ardid. En ese caso puede ocurrir el fenómeno que terminó en España con José María Aznar: la gente pensó que se la estaba engañando con el atentado de Atocha y en 48 horas le votó en contra. También es riesgosa la coalición que podría armarse para juntar firmas. Por lo visto la semana pasada se asentaría en organizaciones de derechos humanos, pero me pregunto si ellas irán contra los familiares de las víctimas. Insisto, convertir la crisis que vive Ibarra en una crisis institucional es más que peligroso.”
Para Zuleta, el resultado de la encuesta denota también que la crisis afecta a la oposición. “La gente no cree que haya buenas alternativas. Después de una semana en la que Macri apareció sin proyecto ni discurso, el ciudadano no cree que Macri o una política más privatista lleven a una mejor calidad de gestión. Tampoco esperan gestión de Carrió: de ella se espera compromiso, denuncia. Eso juega a favor del jefe de Gobierno. Pero, insisto, su mayor peligro está en que la gente vea en el plebiscito una artimaña. Si se cree que con la consulta se elude la rendición de cuentas, Ibarra corre serios riesgos. Eso explica también por qué los encuestados coinciden en que el presidente Néstor Kirchner se tiene que mantener equidistante, que en otras palabras significa no meterse.”