EL PAíS
Entre duhaldistas y felipistas ya nadie sabe dónde quedó la pelota
Fracasó ayer la sesión de la Cámara de Diputados bonaerense porque los duhaldistas no se pusieron de acuerdo entre sí sobre qué rechazar del veto del Presupuesto de Solá. Hoy podrían deliberar.
Por Miguel Jorquera
Entre infinidad de reuniones, pero ningún diálogo entre duhaldistas y felipistas, la sesión prevista para ayer en la Cámara de Diputados bonaerense –para tratar el veto del gobernador al Presupuesto provincial– terminó en un fracaso. Las nodificaciones que los jefes duhaldistas de la bancada del PJ querían introducir en el principio de acuerdo entre los dos sectores, logrado a través de la mediación de Alberto Fernández, produjeron grietas en su propia tropa. Varios de ellos exigieron “hablar con el jefe”, Eduardo Duhalde, para tomar una determinación. “La pelota está en el campo de ellos”, afirmaron los legisladores de Felipe Solá, que esperan sin demasiadas expectativas sesionar hoy.
Mientras el duhaldismo discutía, dentro y fuera de la Legislatura, cuáles eran las exigencias que llevarían al recinto, los felipistas y el resto de la bancadas opositoras aguardaban sin novedad la posibilidad de sesionar. La sesión se cayó tras la tediosa espera de toda la jornada, aunque los diputados que responden al gobernador fueron los últimos en irse para evitar cualquier “maniobra” que los dejara descolocados.
A lo largo de todo el día, un grupo reducido de diputados duhaldistas volvió a revisar todo el Presupuesto que modificaron y que terminó vetando Solá. Allí analizaron el aspecto legal de aceptar el veto total del gobernador exceptuando un sólo artículo: el de adhesión de la provincia al Programa de Financiamiento Ordenado (PFO), por un pedido expreso del gobierno nacional que necesita esa herramienta de control sobre los gastos provinciales para su propia negociación con el FMI.
Pero también resolvieron incorporar otros puntos a esa misma excepción. Entre ellos mantener en 7000 la cantidad de agentes que la administración provincial incorporará a lo largo del año y no en 14000 como pretendía el gobernador, además de sostener la vigencia de un fondo de 50 millones de pesos en ayuda social a los municipios y el refinanciamiento de los intereses de la deuda que las comunas mantienen con el Estado provincial.
El debate de los propios duhaldistas, en medio de declaraciones cruzadas con los felipistas a través de los medios de comunicación, terminó por quebrar la actitud monolítica que mostraron durante toda la puja con el gobernador. Algunos de ellos llegaron a cuestionar a los jefes de la bancada, Juan Garivoto e Isidoro Laso, por tensar aún más la situación “contradiciendo” al propio Duhalde, con quien pidieron hablar sin intermediarios. A esa altura de la tarde, un comunicado de la presidencia de la Cámara de Diputados daba por clausurada la posibilidad de iniciar la sesión ayer: “Esta semana se tratará la aceptación en forma parcial del veto de Solá” decía la nota firmada por Osvaldo Mércuri que cargó las culpas sobre el gobernador afirmando que el tema se “resuelve subsanando el error cometido al vetar el presupuesto 2005 en forma total”.
Los felipistas cuestionaban que el duhaldismo impusiera otras condiciones al acuerdo previo, que sólo le llegaban por trascendidos. Sin embargo, se conformaban con que finalmente se sesione y acepte el veto de Solá. “Lo demás se puede consensuar”, afirmaron a este diario sin ocultar su indignación por la sucesión de imprevistos. “La pelota está en el campo de ellos –insistieron– cuando la tengamos nosotros veremos qué hacer.”
La sesión podría iniciarse hoy, aunque desde ninguna bancada opositora arriesgan que finalmente esto sea así aunque estará allí para “dar debate”, afirmaron. Ni de la presidencia de la Cámara ni del bloque del PJ recibieron comunicación alguna, más que los encuentros informales por los pasillos de la Legislatura. Incluso en el Senado, después de una reunión entre los popes duhaldistas de la Legislatura –de la que también participó la vicegobernadora Graciela Giannettasio– no volvieron a tener novedades de sus pares de la Cámara baja.