EL PAíS › COMO ES EL CONTROL EN EZEIZA
El Gran Hermano
Por Mariana Carbajal
El moderno sistema de vigilancia con 160 cámaras que monitorean todos los movimientos del Aeropuerto Internacional de Ezeiza quedó en el centro de la polémica, después de conocerse que se borraron las cintas que podían revelar el circuito de las valijas con cocaína e identificar a quiénes las manipularon para sortear los controles. ¿Quién opera el centro de control donde están las pantallas? ¿Quiénes pueden ingresar a este restringido sector de la aeroestación? ¿Por qué desapareció la prueba grabada? Un funcionario con acceso a este estratégico sitio dio detalles del sistema.
El Centro Operativo de Control, conocido en el aeropuerto por sus siglas COC, empezó a funcionar el 12 de agosto de 2002. Lo pagó Aeropuertos Argentina 2000 –que declaró haber desembolsado por el proyecto 5 millones de dólares– pero es propiedad del Estado. Su operación es responsabilidad de la Policía Aeronáutica Nacional (PAN). AA2000, concesionario de los aeropuertos, se encarga del mantenimiento de los equipos, según consta en un convenio firmado con la Fuerza Aérea.
El sistema fue instalado por la empresa israelí Adyoron y es similar al que funciona en el aeropuerto Ben Gurion de Israel. Incluye 160 cámaras, algunas con una visión de 360 grados, capaces de enfocar una moneda en el piso. Abarcan todos los rincones de la aeroestación. “Se filma durante las 24 horas los 365 días del año. Al término del día 31, se empieza a borrar el primer día y así sucesivamente”, explicó la fuente con acceso a la sala de situación, donde están las pantallas que espían los movimientos de los miles de pasajeros y empleados que circulan cada día por Ezeiza. Esa es la razón alegada por la PAN para justificar el borrado de las cintas con las pistas del embarque de 60 kilos de cocaína a Madrid a través de un vuelo de SW. “El plazo a partir del cual se borra el material está definido en el mismo software. En marzo está previsto hacer un update para aumentar la capacidad de almacenaje. Lamentablemente se desconoce en el Poder Judicial que deben requerir inmediatamente la información que pueda encontrarse en las cintas. En ese caso se pone a resguardo y no se borra”, señaló a Página/12 el vicecomodoro Luis Fontana, del área de seguridad de la PAN. La empresa, sin embargo, asegura que le había informado oralmente a la PAN del caso antes de que los videos se borraran.
Paralelamente con la destrucción automática de las cintas cada 31 días, el 18 de octubre último la empresa israelí realizó un recambio de las computadoras interconectadas al sistema para mejorar su velocidad y “se formatearon todas las PC”, con la consiguiente pérdida de información, según la versión oficial dada por una fuente de Aeropuertos Argentina 2000 a este diario. “Este procedimiento estaba programado para hacerse en marzo, pero por cuestiones burocrático-administrativas se demoró varios meses. Pero a esa altura ya estaba perdida la información del 16 de septiembre”, el día que viajaron las valijas con cocaína a España, agregó la fuente.
Las grabaciones se almacenan en formato digital y tienen la particularidad de tener una especie de sello de agua –como el de los billetes– que se daña o desaparece si se editan o trucan las cintas. “Por esta razón, el contenido de las cintas sirve como prueba judicial”, destacó la fuente. Esto, obviamente, si la prueba no se borra.
A la información recogida por las cámaras tienen acceso personal de la Policía Aeronáutica –que opera el sistema–, pero además agentes de Interpol, Migraciones, la SIDE, la Aduana y Poder Judicial. Todos estos organismos tienen pequeños boxes en la sala de control donde están las pantallas. Para ingresar a este sector, ubicado en el subsuelo del Aeropuerto de Ezeiza, el personal autorizado tiene como llave su propia huella digital, que es verificada en forma electrónica.
Las cámaras registran hasta una moneda de diez centavos en el piso. El sistema también da una señal de alarma si ingresa una persona no autorizada a un sector restringido del aeropuerto. La imagen del intruso se puede observar en un monitor de prioridades. Sin embargo, nada de este modernísimo sistema sirve ahora para la investigación judicial que busca determinar quién o quiénes dejaron pasar las valijas con la droga.