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A sólo una semana para que comiencen las clases en Neuquén, la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN) denunció ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al gobierno de Jorge Sobisch por promover la suspensión de 50 directores de escuela, que durante un paro en octubre de 2003 se negaron a abrir las puertas de los colegios. La medida que –según interpretan los docentes– atenta contra el derecho a huelga, terminó por disolver las ya difíciles relaciones con el sindicato docente, que además acusa al Ejecutivo provincial de perseguir sistemáticamente a diversas agrupaciones sindicales.
“La decisión de suspender a los directores involucra dos cuestiones: que el director abra los establecimientos durante un paro y que se transforme en informante, elaborando listas con el nombre y apellido de los docentes que no concurran a clase”, explica a Página/12 el secretario general de ATEN, Marcelo Guagliardo. Para el dirigente la decisión de sancionar a los directores que adhirieron a una huelga confirma la arbitrariedad política ejercida por el oficialismo: “La mayoría de ellos eran a su vez delegados y contaban con un gran reconocimiento en la comunidad educativa. Obviamente se trata de una decisión política”.
En el documento presentado el martes ante la OIT, la organización además de denunciar la medida pasó lista a las políticas implementadas por el gobierno de Sobisch que tienden a “coartar la libertad sindical”. En este sentido varios representantes del gremio docente coinciden en que la decisión adoptada por el Consejo educativo cristalizó un conflicto que mantienen desde la asunción de Sobisch y que alcanzó su pico de tensión a fines de 2003 con un masiva huelga en reclamo de un aumento salarial y la normalización en las condiciones de contratación de los empleados de servicio de las escuelas.
“A las persecuciones se suma el descuento por los días de paro. Obviamente todo tiende a la desmovilización”, evalúa Guagliardo tras adelantar que el comienzo de clases en la provincia andina no peligra. Sin embargo, para el dirigente la lucha está lejos de agotarse. “Hay que confrontar esta soberbia que tiene el gobierno provincial y recuperar las condiciones de trabajo. Hay que pelear en conjunto con la sociedad. Nosotros desde las escuelas organizaremos asambleas para instalar la problemática y defender así la dignidad que no debemos perder nunca.”

Informe: Carolina Keve.