EL PAíS › EL BANQUERO RUBEN BERAJA DEBERA SEGUIR DETENIDO
Una temporada más en Cavia
Por Raúl Kollmann
Cuando todo indicaba que saldría en libertad, la Sala IV de la Cámara de Casación dejó al banquero Rubén Beraja donde estaba: en su celda del cuartel de la Policía Federal en la calle Cavia. Los jueces no rechazaron la excarcelación, sino que ordenaron a la Cámara federal dictar un nuevo fallo, fundamentando mejor por qué consideran que Beraja debe seguir preso. Lo más probable es que la Cámara federal se mantenga en su postura en el nuevo fallo, que podría emitir dentro de una semana o diez días, pero después la Casación tendrá la última palabra y es posible que en un mes o 40 días efectivamente Beraja recupere su libertad para esperar en esa condición el juicio oral. El mayor peligro es que entre tantas idas y vueltas la causa prescriba, cosa que ocurriría en octubre.
Beraja está preso por encabezar una asociación ilícita para defraudar a los ahorristas y socios del Banco Mayo y también por defraudar al Estado nacional que le dio 298 millones de dólares para resarcir a los ahorristas. Según el juez de instrucción y la Cámara, utilizó gran parte de ese dinero para hacer movimientos que vaciaron el Banco y derivaron el dinero hacia integrantes de su grupo más cercano. Empresas constituidas por hombres del entorno de Beraja recibían créditos desmesurados o se hacían inversiones oscuras. Por ejemplo, en plena crisis del Banco, el Mayo compró 1200 semanas de tiempo compartido en Punta del Este a la empresa Icatur, liderada por un concuñado de Beraja.
Más allá de estas irregularidades, lo que ayer evaluó la Casación es si corresponde o no que Beraja espere el juicio en libertad. En Tribunales todos apostaban a que el banquero ayer volvía a su casa, pero la Sala IV dio la sorpresa. El juez Gustavo Hornos fue categórico y sostuvo que “la doctrina excarcelatoria no es automática y la decisión de la Cámara federal que mantiene a Rubén Beraja en prisión no es arbitraria. El tiempo de detención que lleva, menor a los dos años, no se presenta como irrazonable en relación con la gravedad de los hechos que se investigan y el interés social”. Los otros dos jueces, en cambio, argumentaron que la decisión de rechazar la excarcelación por parte de la Cámara federal no está bien fundada. Ana María Cappolupo de Durañona y Vedia y Amelia Berraz de Vidal manifestaron en su fallo que la Sala II de la Cámara federal no fundamentó, por ejemplo, por qué existe peligro de que Beraja se fugue si queda en libertad. Por lo tanto, por mayoría de votos se anuló la decisión de la Cámara federal y se le pidió a ese mismo tribunal que dicte una nueva sentencia. En Tribunales dicen que la Sala II se tomaría entre una semana y diez días para emitir un nuevo fallo, pero pocos creen que cambie de opinión, por lo cual la lógica es que vuelva a denegar la excarcelación de Beraja. En ese caso, la defensora de Beraja, Marta Nercellas, tendrá que apelar nuevamente. Ayer mismo presentó un hábeas corpus, considerando que Beraja está ilegalmente detenido. Hoy al mediodía la jueza Fabiana Palmaghini deberá resolver, pero es casi seguro que rechace ese recurso.
Ayer, desde su lugar de detención, Beraja volvió a argumentar que la causa del Banco Mayo es una especie de persecución política en su contra y reiteró que en ese momento hubo una ofensiva contra el banco por parte de Pedro Pou, el titular del BCRA en tiempos de Carlos Menem, prácticamente por razones raciales. En realidad, la mayor parte de la investigación del expediente que está en manos del juez Norberto Oyarbide fue hecha por ahorristas del Mayo y el peligro que ven esos ahorristas es que si la causa no se eleva a juicio en octubre podría prescribir.