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Después de algunas horas de deliberaciones, la comisión directiva de los mecánicos del Smata consideró “aceptable” la propuesta que el Ministerio de Trabajo entregó ayer a sindicalistas y directivos de las empresas Ford, Volkswagen y Daimler-Chrysler para superar el conflicto salarial en las terminales automotrices. Tras mantener reuniones individuales con cada una de las partes, Carlos Tomada juntó en la sede de la cartera laboral a gremialistas y empresarios para ofrecerles, en un sobre cerrado, la sugerencia oficial para superar las diferencias y arribar a un acuerdo. Hoy, a partir de las 15, volverán a encontrarse en el piso 18 de Alem 650, donde las compañías dirán si aceptan o no la propuesta.
La propuesta de Trabajo evaluó varios aspectos de la cuestión salarial de los trabajadores metalmecánicos, como sueldo básico, otros haberes no remunerativos y las horas extras. Sin embargo, para los directivos del Smata, lo que hace “aceptable” y “viable” la iniciativa oficial –según relataron a Página/12– es el piso que sugiere para los sueldos básicos de convenio, para cuya categoría más baja el gremio exigió la suma de 1970 pesos mensuales. De todas maneras, los sindicalistas mantuvieron el hermetismo sobre las cifras y los detalles de la oferta mediadora de Tomada, “porque las empresas aún deben decir si también están de acuerdo”. De las reuniones que se sucedieron en el ministerio participaron su titular y parte de su gabinete. Las delegaciones empresarias fueron encabezadas por los presidentes de cada una de las terminales: Teodore Cannis (Ford), Manfred Muell (Daimler-Chrysler) y Víctor Klima (Volkswagen). En tanto la comitiva del Smata fue comandada por el secretario gremial, Carlos Teyler, aunque Tomada también se comunicó telefónicamente con el titular del sindicato, José Rodríguez, que se repone de una intervención quirúrgica. Hoy la mayoría de ellos volverá a verse las caras en la sede laboral. Allí, el Smata llevará “algunos cuestionamientos a aspectos menores” y dejarán sentado que la aceptación de la oferta “quedará supeditada ad referendum de las asambleas de fábricas”. Las empresas, en tanto, deberán responder si la aceptan o no. El eje del conflicto son las horas extras. Según el Smata, Volkswagen –que tiene 983 operarios en su planta de General Pacheco– prevé hasta fin de año un programa de trabajo que incluye 200 mil horas extra y unas 500 mil para el año próximo. El motivo es la producción de una importante cantidad de unidades del modelo Fox Country para exportar a toda América latina. Una situación similar afronta Ford, que planificó extender la actividad de su planta de montaje durante tres sábados al mes hasta fin de año, superando la jornada semanal de sus obreros, a quienes deberán pagar horas extra. Las terminales habían ofrecido aplicar un valor menor para las horas extras, que no se ajuste a los básicos de convenio. El gremio planteó su desacuerdo y respondió a las automotrices que “tomen trabajadores”. Allí surgió otro planteo de Volkswagen: tomar nuevos empleados durante este año pero cuyos salarios estarían por debajo del mínimo del convenio. Smata lo rechazó de plano, aunque tampoco descartó un acuerdo para la contratación temporaria “si las reglas son claras”.