EL PAíS › POSIBLE EXCARCELACION DEL LIDER DEL MIJD
La chance de Castells
La Corte rechazó su caso pero le tocó una sala de Casación que tiene antecedentes de excarcelar. La polémica sobre su huelga de hambre: tomó líquidos y dicen que come sólidos.
Por Raúl Kollmann
Raúl Castells tuvo suerte. Tras el rechazo de la Corte Suprema a tratar su excarcelación, el sorteo dejó el caso en manos de la única sala de la Cámara de Casación en la que tiene alguna chance de salir en libertad. Se trata de la Sala III, la misma que trata la excarcelación de Omar Chabán. Tiene tres antecedentes de convalidar excarcelaciones, aunque habrá que ver qué define en los dos casos espinosos que tiene ahora. Aunque la Corte se declaró incompetente en el caso Castells, marcó un camino: no se demoró nada en tratar el recurso. Deberá verse ahora si la Sala de Casación hace lo mismo, ya que corre el reloj en la huelga de hambre del dirigente. En el Servicio Penitenciario admiten que no tienen ningún control sobre la salud de Castells, ya que el juez autorizó que sólo lo trate el médico de su movimiento (ver aparte). Aun así, dejan trascender que el ayuno no es total y que no está al borde de la muerte. Los hombres de Castells, en cambio, aseguran que su muerte es inminente.
La Sala III de la Cámara de Casación está integrada por los doctores Eduardo Riggi, Guillermo Tragant y Angela Ledesma. Los dos primeros son caracterizados como conservadores y la magistrada como progresista. Pese a ello, tiene tres antecedentes de haber convalidado excarcelaciones: el caso Macheraldo, un evasor impositivo; el caso del general Vicario, en la causa Armas; y en junio el represor Juan Carlos Rolón, ex oficial de la Armada, imputado de asociación ilícita por tener relación con grupo de tareas que cometió secuestros, falsificó documentos y sustituyó identidades para quedarse con bienes de sus víctimas. En este caso hay una salvedad importante: Rolón llevaba cuatro años preso.
Riggi, Tragant y Ledesma tienen que resolver también sobre la excarcelación de Chabán. Ya hicieron un gesto llamativo: aceptaron el recurso, algo poco habitual porque en general Casación toma los casos en que el daño es irreparable, lo que sucede cuando alguien está preso, pero no cuando está en libertad. El rumor en Tribunales es que la Sala hablaría de “gravedad institucional” en el caso Cromañón y revocaría la libertad de Chabán.
El debate respecto de Castells tiene dos ángulos:
- En los últimos tiempos, se plantó fuerte la doctrina más garantista del juez de Cámara Osvaldo Bruzzone, quien junto a María Laura Garrigós de Rébori firmó la excarcelación de Chabán. Esta doctrina sostiene que todo procesado debe conservar su libertad, sin importar la gravedad del delito ni los antecedentes que tenga, con la única condición de que no haya peligro de fuga o de que intente alterar las pruebas.
- Del otro lado está la postura reciente, más restrictiva, de la Cámara Federal, que sostiene que la gravedad de un delito, lo elevado de la pena que está en juego, funciona sí o sí como presunción de fuga, por lo que corresponde que todo imputado de un delito que tenga una previsión de pena mínima superior a los tres años y un máximo superior a los ocho siga en prisión durante el proceso hasta el juicio. Este criterio lo usaron en el caso de María Julia Alsogaray y recientemente respecto de Rubén Beraja.
Respecto de Castells se plantean dos elementos que llevaron a la Cámara de Apelaciones a convalidar su detención. Tiene una condena por un reclamo de alimentos al supermercado Wal Mart de Avellaneda y un procesamiento por extorsión en el caso del pedido de dinero al casino de Resistencia. En la causa actual también entra en juego la dudosísima calificación de extorsión contra McDonald’s, ya que los integrantes del MIJD aseguran que nunca entraron a la hamburguesería. De acuerdo con la primera doctrina, Castells debería ser excarcelado porque no hay peligro de fuga: siempre se presentó cuando fue citado. De acuerdo con la segunda doctrina, debería continuar preso por antecedentes y por la gravedad de la pena. Ahora es el turno de la Sala III, justito en la que Castells tiene al menos alguna chance.
A raíz de una presentación de Adolfo Pérez Esquivel en nombre del SerPaj, la Corte Suprema se reunió en acuerdo extraordinario y trató la cuestión. Rechazó el pedido de Castells, pero porque la postura es que la Corte no debe funcionar como un maxikiosco polirrubro. Igualmente hicieron un gesto de importancia: consideraron que el caso era urgente por razones humanitarias y se expidieron en forma más que rápida. Tal vez le están diciendo a Casación que haga lo mismo.