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No se encontró con Kirchner, ni tuvo ninguna reunión protocolar. El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, fiel a su condición de médico oncólogo, visitó ayer sorpresivamente la Argentina para hablar en unas jornadas sobre el tabaquismo (ver aparte). Sin embargo, no pudo evitar referirse a la búsqueda de los restos de la nuera del poeta Juan Gelman en el país vecino, ni a la investigación sobre los desaparecidos uruguayos. También aprovechó para defender la construcción de las dos papeleras a la vera del río Uruguay, que podrían contaminar el medio ambiente.
Vázquez aseguró que va a investigar el destino de los desaparecidos uruguayos en la Argentina. “Lo vamos a hacer después de que terminemos con el tema en Uruguay”, dijo. De los más de 160 desaparecidos de ese país, 38 fueron secuestrados en Uruguay y más de 100, en la Argentina.
El presidente uruguayo volvió a marcar su posición frente al caso de la nuera de Gelman, María Claudia Irureta Goyena: “Este crimen, que realmente subleva, espero que sea aclarado por la acción judicial y que finalmente se puedan encontrar los restos para ser entregados a su familia”, puntualizó. El fiscal uruguayo Enrique Moller había solicitado que se archive la causa, por considerarla incluida dentro de la Ley de Caducidad (que impide juzgar a los represores en Uruguay), pero el juez Gustavo Mirabal rechazó el pedido y su fallo será apelado (ver aparte).
En 1976, María Claudia fue llevada embarazada a Uruguay junto con su marido, Marcelo Ariel Gelman. Allí le quitaron su hija a los pocos meses –que quedó en manos de un oficial de la policía– y la asesinaron. La semana pasada, Vázquez anunció que se encontraría enterrada con “un 99 por ciento de seguridad” en el Regimiento 14 de Toledo; sin embargo, hasta el momento, no hay novedades sobre el tema. “Hay avances: hemos logrado obtener información por investigaciones que ha hecho el propio ejército uruguayo, del lugar donde estaría enterrada”, planteó ayer Vázquez. Paradójicamente, el vicepresidente uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, dijo que los militares ya “pidieron perdón” con ese informe y que en “muchas causas pueden no encontrarse los restos”.

Sin contaminar
El presidente también habló sobre la controversia que mantienen la Argentina y Uruguay por la construcción de dos fábricas de celulosa que podrían contaminar la localidad entrerriana de Gualeguaychú. El método que utilizan las papeleras para producir la celulosa deja un residuo que se caracteriza por su olor a huevo podrido. Al evaporarse, genera lo que se conoce como “lluvia ácida”. Vázquez explicó su posición: “Vamos a dar todas las informaciones que sean necesarias, pero vamos a seguir con la construcción de estas plantas, porque estamos seguros de que no estamos produciendo una agresión mayor ni al medio ambiente ni a las personas”.
“Por el enorme cariño y respeto que tenemos por el pueblo argentino, pueden todos los ciudadanos argentinos, así como los uruguayos, estar seguros de que la implantación de las papeleras se va a hacer con las más modernas tecnologías, de última generación, y con todas las garantías de que el impacto negativo que pueda existir sobre el medio ambiente sea mínimo”, consideró el presidente uruguayo sobre la construcción de las fábricas que implican una inversión de 1800 millones para su país por parte de capitales españoles y finlandeses.
“Estas plantas son hechas por inversores que vienen de un país que tiene también instalada esta planta con esta tecnología en su territorio y que, en el contexto mundial, es el país que protege más el medio ambiente”, dijo Vázquez con respecto a Finlandia. “El gobierno uruguayo da todas las garantías de que hará todos los controles necesarios para que realmente se cumpla con la reglamentación internacional en cuanto al límite permitido máximo de contaminantes medioambientales”, planteó Vázquez, que aseguró que si no se cumple con esos estándares, las fábricas no abrirán. Uruguay había acordado con la Argentina reflotar la comisión bilateral, integrada por técnicos de ambos países, que debe analizar el impacto ambiental de las fábricas, aunque su estudio no es vinculante.

Informe: Werner Pertot.