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El empleo privado formal –es decir en blanco– creció durante el mes de agosto un 1,2 por ciento. La noticia, que el Ministerio de Trabajo anticipó en exclusiva a Página/12, generó satisfacción en el Gobierno. Esta semana el Ejecutivo se ocupará de difundir el crecimiento en forma oficial. El estudio, que se conoce como Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), fue realizado por la Subsecretaría de Programación Técnica y Estudios Laborales de la cartera laboral. “Tiene el valor de una tendencia que se confirma. De fuerte creación de empleo en blanco, registrado. Además, 1,2 es uno de las cifras más altas de creación de empleo de los últimos dos años y medio”, aseguró el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
A diferencia de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) realizado por el Indec, que mide sobre todo el impacto del desempleo, la EIL estudia la creación de empleo en blanco. Sobre todo, se investiga en los aglomerados industriales: Gran Rosario, Gran Mendoza, Gran Córdoba y Gran Buenos Aires. Para el Gobierno, la creación de empleo registrado se basa especialmente en el incremento de la mano de obra fabril. “El crecimiento de la economía basado en la industria genera más empleo registrado que la economía de servicios”, aseguró Tomada. En el Gobierno declaran que la mejora del índice se debe también a las inspecciones del Ministerio de Trabajo a empresas medianas, que son las que tienen posibilidad de tomar nuevos trabajadores a una escala importante.
Comparado con el resultado del mismo mes en 2004, el índice de empleo privado formal de agosto de 2005 muestra un aumento del 9,6 por ciento. A partir del estudio, en el Ejecutivo aseguran que la suba se debe al aumento de actividad industrial en el Gran Buenos Aires. “En general, son la industria metalmecánica y textil del conurbano las que están favoreciendo esta gestión de empleo”, dijo Tomada. En el Gobierno están satisfechos con estos números, y los relacionan con las estadísticas de la Encuesta Permanente de Hogares que se difundió en julio: según ese estudio, el trabajo en negro cayó de 47,8 a 47,1 y la desocupación –el índice que obsesiona al Presidente– descendió de 12,8 a 12,1 por ciento.
En la Rosada aprovecharán estos números para tratar de crear un shock de confianza con la intención para atraer nuevas inversiones privadas. Quieren evitar que la retirada de la empresa francesa Suez pueda interpretarse como el leading case de un proceso de desinversión y retirada paulatina del sector privado.