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El ex vicepresidente Carlos “Chacho” Alvarez parece un poco más cerca de volver a la función pública. Ayer, volvieron a cobrar vigor las versiones que lo ubican como sucesor de Eduardo Duhalde en la comisión de representantes permanentes del Mercosur a partir de diciembre. Aunque aún están pendientes discusiones sobre la forma en que continuarán las autoridades del bloque, en la Cancillería argentina aseguraron que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ya se habría mostrado “muy satisfecho” con la posibilidad de que Alvarez ocupe el cargo. Con todo, perjuran, todavía no hubo ningún ofrecimiento oficial.
Según comentaban ayer en Cancillería, “los próximos días serán clave” para llegar a una definición. Duhalde tiene mandato hasta el 8 de diciembre y, aunque está habilitado para renovar por un año más, no seguirá. Primero, porque lo anunció como parte de su –nuevo– retiro de la política. Segundo, porque el Gobierno no se lo ofrecería.
Por estos días los funcionarios que se ocupan de los temas del Mercosur están casi en reunión permanente dado el calendario apretado que tienen por delante. Ahora hay reunión de cancilleres de la región, luego un encuentro entre Néstor Kirchner y Lula en las Cataratas de Iguazú, una foto con la que esperan dejar atrás sus desavenencias y darle un nuevo impulso a la región. Una especie de “relanzamiento” empujado por la nuevo mística que tomó el bloque a partir de la postura “anti ALCA” que adoptaron durante la Cumbre de las Américas de Mar del Plata.
Luego de la postal con las cataratas de fondo, estará la Cumbre del Mercosur, el 8 y 9 de diciembre en Montevideo, donde la conducción del bloque debería cambiar de manos.
Hay una cuestión de tipo burocrático de por medio. En las cancillerías discuten por estas horas si se debe mantener funcionando la comisión de representantes y la secretaría técnica, que hoy trabajan de manera paralela y a veces superpuesta. En caso de que no se modifique el esquema y la comisión se mantenga –lo que se evalúa como lo más probable–, Chacho Alvarez es quien cuenta con más chances de suplantar a Duhalde.
Alvarez mantiene un canal de diálogo abierto con Kirchner. El Presidente suele llamarlo para conversar sobre diversos temas. En esas conversaciones, Kirchner ya le ofreció la embajada de México, pero Chacho declinó. Justamente, en la embajada de México ayer asumió otro político, el riojano Jorge Yoma, quien recibió el placet del gobierno de Vicente Fox. A Chacho la conducción del Mercosur le entusiasma más que una embajada. “Se relaciona más con lo que venimos trabajando”, reconocían ayer cerca del ex vicepresidente. Desde su fundación, Cepes, Alvarez realiza estudios sobre las economías latinoamericanas.
“Desde Brasil se han dado claras señales de no querer asumir el cargo por razones internas, pero es un tema que está abierto”, aseguró una fuente diplomática citada ayer por la agencia Télam.
Y si el cargo no será para un brasileño, desde el Palacio Itamaraty ya han dado señales acerca de que verían con buenos ojos que el reemplazante de Duhalde sea un político de renombre. “Preferentemente que haya ocupado el cargo de presidente o vice”, remarcó ayer un funcionario de la Cancillería argentina.
En ese sentido, y siempre en tono informal, Lula habría deslizado su conformidad con que sea Chacho Alvarez el destinatario del puesto. Con todo, según aseguran tanto en la Rosada, como en Cancillería, lo mismo cerca del propio Alvarez, hasta ahora no hubo ningún ofrecimiento formal. Aunque, resulta obvio, de las conversaciones casuales surge que ya está todo dicho.