EL PAíS › PIDIO JUICIO POLITICO A LOS JUECES QUE LO DEVOLVIERON A PRISION
La contraofensiva de Omar Chabán
El ex dueño de Cromañón dijo que los camaristas de Casación que fallaron en su contra lo discriminaron y que la sentencia que firmaron es persecutoria. También los acusó de prejuzgar.
Por Raúl Kollmann
Desde la cárcel de Marcos Paz, Omar Chabán se despachó con un pedido de juicio político a los dos integrantes de la Cámara de Casación que, con su voto, lo mandaron de regreso a prisión. El administrador de Cromañón acusó a los camaristas Eduardo Riggi y Guillermo Tragant porque en su fallo manifiestan una actitud de “discriminación y persecución” en su contra. Chabán cuestiona, por ejemplo, que equiparen la tragedia de Cromañón con el atentado contra la AMIA o de Atocha y menciona varios tramos polémicos del escrito de los magistrados. Entre otras cosas, Riggi y Tragant consideraron que el hecho de que Chabán no tenga esposa e hijos lo hace más propenso a fugarse, lo que implicaría una discriminación contra cualquier soltero o quien prefiera la soledad.
Quien inicialmente dictó la prisión preventiva de Chabán fue la jueza original de la causa María Angélica Crotto. Pero la Cámara de Apelaciones revocó el encarcelamiento con el voto favorable de Gustavo Bruzzone y María Laura Garrigós de Rébori. El argumento de estos camaristas –que es el mismo que siempre sustentaron en sus fallos, salvo en el caso de violadores– es que la prisión preventiva debe ser una medida excepcional y que los imputados, aunque el delito sea grave, tienen el derecho de esperar la condena en libertad siempre y cuando no haya peligro de fuga o de que alteren pruebas.
Por el tenor de ese fallo, el sector más conservador del Consejo de la Magistratura, con el diputado ruckaufista Jorge Casanovas a la cabeza, dio los primeros pasos para llevar a juicio político a Bruzzone y Garrigós de Rébori. La audiencia en la que se escuchó a ambos camaristas se llevó a cabo la semana pasada y, según coinciden la mayoría de los presentes, Bruzzone y Garrigós fueron muy sólidos en sus planteos y recordaron, por ejemplo, que llegaron a sus cargos por concurso y defendiendo las posturas que luego reflejaron en sus fallos. Se dice que de los cuatro consejeros que impulsaron la citación a los camaristas, dos ya habrían cambiado de opinión, por lo que naufragaría la idea de avanzar en el juicio político.
El 24 de noviembre pasado, la Sala III de Casación revocó la excarcelación de Chabán con los votos de Riggi y Tragant. Justamente por eso el administrador de Cromañón arremete ahora contra esos integrantes de Casación. Los argumentos son los siguientes:
- Los jueces, para fundamentar que existe peligro de que Chabán escape, prácticamente dijeron que el empresario no tiene afectos por no estar casado ni tener hijos. Esto indignó al administrador de Cromañón, de religión musulmana, quien sostiene que existe una intensa relación con su madre y sus hermanas. Además, sienta un precedente que podría interpretarse como discriminatorio respecto de los solteros, que por esa condición quedarían sospechados siempre de escaparse.
- En un tramo de la resolución, los jueces sostienen que en Cromañón hubo más muertos que en los atentados de Buenos Aires y en Atocha, lo que significa –según Chabán– equiparar una tragedia como la del boliche de Once con un acto terrorista.
- Por último, también Chabán cuestiona que los jueces le hayan adjudicado una intención de fugarse la noche de la tragedia, porque dicen que se ocultó en su atelier. Riggi y Tragant consideraron inverosímil su explicación de que estaba shockeado. “Del fallo sólo se puede concluir que soy una persona execrable”, reclama Chabán.
Obviamente, es difícil que la iniciativa del empresario prospere. Riggi y Tragant opinaron que Chabán intentó fugarse y que su expectativa de pena es alta, mayor a tres años de mínima y mayor a ocho de máxima, parámetros señalados en el Código Procesal y que muchos jueces consideran que rigen para que corresponda la prisión preventiva.