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“Patti quiere volver a la teoría de los dos demonios con ese discurso de que hay que conciliar. Esto no es una persecución ideológica, es una batalla central por la calidad de nuestra democracia, porque el Congreso no puede ser una cama redonda donde estemos mezclados con torturadores y asesinos. Hay que purificar las instituciones y respetar el voto popular, pero esos votos no están por encima de la Constitución, que habla de la idoneidad moral para los cargos”, enfatizó el diputado por Convergencia Miguel Bonasso en diálogo con Página/12.
–¿La semana pasada, cuando usted mandó su carta a los legisladores instándolos a impugnar a Patti, ya había una decisión política del oficialismo en el mismo sentido?
–No lo puedo comprometer de esa manera, pero mi amigo el Presidente ha demostrado una firmeza en la reconstrucción de la memoria histórica sin precedentes, por lo tanto pienso que a sus profundas convicciones le repugnan como a mí la presencia de un torturador y asesino en la Cámara.
–¿Es válido el antecedente de Antonio Domingo Bussi, que no pudo a asumir como diputado en 2000 por falta de idoneidad moral?
–Claro que sí. Van a plantear que Patti no tiene causas abiertas, pero yo tengo un papelito de sorpresa... La Constitución en su artículo 36 y 75, inciso 22, exige idoneidad moral para cualquier funcionario público, y con más razón para un diputado, que es un representante del pueblo. En aquel momento, Jorge Busti argumentó que “no son simples dispositivos operativos, sino que son los artículos más importantes de la reforma de 1994”. Si bien es cierto que el voto popular legitima, en democracia hay otro pilar que es el estado de derecho, dentro del cual no caben ni las violaciones a los derechos humanos ni los crímenes de lesa humanidad, que aunque hayan sido cometidos en el pasado son imprescriptibles. La Constitución incorporó esto con los tratados internacionales de derechos humanos. Además, impugnar es una obligación para el legislador, porque el artículo 64 de la Constitución establece que los jueces en estos casos son los miembros de la Cámara, son juicios entre pares. Por lo tanto, nadie puede juzgar si Patti ingresa o no salvo nosotros hoy mismo. Y no es un linchamiento como plantea él porque le damos todas las garantías que él no dio a sus víctimas, le damos la posibilidad de que se defienda en la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento.
–Sin embargo, la Justicia le dio la razón a Bussi.
–Categóricamente es válido el antecedente Bussi. En artículo 3 del reglamento de la Cámara está perfectamente contemplado esto.
–¿Cómo sería el procedimiento?
–Si los diputados hoy votan que no jura, se suspende su jura y su diploma, la comisión emitirá un dictamen que será tratado en las primeras sesiones ordinarias. En la comisión aportaremos testigos, expedientes judiciales, informes de inteligencia que son documentos públicos, son datos objetivo no una cuestión subjetiva como plantea Patti.
–Aunque parezca obvio, ¿por qué es diferente el caso Borocotó?
–Porque es como comparar al tipo mató a su suegra con el que tiró la bomba sobre Hiroshima. Son dos dimensiones totalmente distintas. No comparto los pases fulmíneos de un bando a otro, he sido víctima de eso, lo confieso autocríticamente, fui un ingenuo. Pero uno es un pediatra y el otro un comisario torturador y asesino, aunque hayan sido aliados.