EL PAíS
Solá armó su gabinete cantando yo sé que vendrán caras extrañas
Dos intendentes volcados hacia lo social y un senador decidido a erradicar la mano dura son las novedades en Buenos Aires.
Por Laura Vales
Con la provincia en bancarrota, una situación de conflicto social que ya es estructural y la maquinaria de la administración pública “en un estado de relajamiento” por el atraso en el pago de los sueldos, Felipe Solá debe haber respirado hondo antes de poner en funciones al nuevo gabinete. El gobernador decidió mantener el equipo económico de Eduardo Duhalde y Carlos Ruckauf, pero dio un giro en materia de seguridad alejándose de la política de mano dura de su antecesor. Solá, que dice estar convencido de que la lucha contra la delincuencia empieza por mejorar la situación social, anticipó que trabajará fuertemente en esa área con la premisa de no soltarle la mano a los municipios. “Pagaremos los costos que haya que pagar sin pensar en una futura gobernación o presidencia”, resumió ayer al tomar juramento a los funcionarios (ver aparte).
Entre las nuevas caras del gobierno bonaerense habrá dos intendentes: Mariano West, de Moreno y Gerardo Amieiro, de San Fernando. El senador Luis Genoud (que viene de la policía pero lleva muchos más años en la política que dentro de la fuerza) dejó la presidencia del bloque del PJ para hacerse cargo de Seguridad, elevada al rango de Ministerio. Para la Secretaría General de Gobierno Solá eligió apoyarse en su cuñado José María González Fernández, mientras que su vocero de toda la vida, Jorge Matheus, asumirá como secretario de Prensa y Difusión.
Puertas adentro de la Gobernación lo que se viene es un fuerte recorte. “Tenemos una estructura política que es la que primero hará su ajuste”, anticipó Solá en la primera reunión de gabinete. La intención es que la reforma del estado provincial salga por una ley de la Legislatura y no por decreto, y el primer borrador del proyecto podría estar listo en unos 15 días. Además de reducción de los sueldos en la Casa de Gobierno platense ayer anticipaban que se trabaja en un nuevo organigrama para “suprimir estructuras y reducir cargos jerárquicos”.
Al intendente de Moreno Mariano West le tocará estar a cargo de un Ministerio de Trabajo con funciones ampliadas, con la suma del Consejo de la Familia. Además de ser uno de los pocos jefes comunales que responden cien por ciento al nuevo gobernador, West tiene un perfil muy ligado al trabajo social. Viene de la Iglesia (que en Moreno durante los 70 desarrolló un núcleo tercermundista), trabajó en la cuestión social en la provincia durante la gestión de Antonio Cafiero y como intendente se ha recostado en el trabajo con las organizaciones sociales. Su municipio está en el segundo cordón del conurbano, donde los índices de desocupación y pobreza son más altos.
Solá quiere dar señales de que jerarquizará el área de Derechos Humanos y está intentando sumar a su equipo a Jorge Taiana como secretario y a la senadora Sara Derotier de Covacho (PJ), que preside junto a Estela Carlotto la Comisión Provincial de la Memoria, como su segunda.
El mandatario confirmó en su cargos a los ministros de Economía, de la Producción, de Agricultura y de Obras y Servicios Públicos. Juan José Mussi continuará por ahora en Salud, al igual que Ricardo Gutiérrez como presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires.