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El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, prometió “un gobierno que hará todo lo que deba hacer y pagará todos los costos que deba pagar” para cumplir con las necesidades del pueblo “sin pensar en una futura gobernación o la presidencia”. Solá habló ayer en el acto en el que asumieron cinco nuevos integrantes de su gabinete. Allí intentó diferenciarse de sus antecesores en el cargo –Carlos Ruckauf y Eduardo Duhalde– y aseguró que privilegiará “la gestión por encima de la tradicional combinación entre la gestión y la política que ha tenido la provincia”. “Durante mi gobierno no se hará política ni se discriminará. Funcionará en base a espíritu de trabajo, austeridad y ejemplo”, expresó. Como sus principales preocupaciones mencionó a “la paz social y la paz política, sin dejar de prestar atención a la educación, la salud y la seguridad”. El gobernador negó que exista la posibilidad de que se produzcan estallidos sociales pero reconoció que “todavía persisten los problemas que surgieron durante el año y que ahora adquieren una preocupación mayor”. “Esto no quiere decir que las cosas estén bien, sino que hay sensatez y los intendentes están muy encima de la cuestión social”, afirmó.