“Vargas Llosa es un gerente de la derecha republicana con un discurso berreta. Es un senil que nunca aportó nada a Perú, que no hizo nada por los peruanos. Y nada de lo que dijo es verdad.” Con una inusitada dureza, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, salió a responder ayer al escritor peruano, quien había considerado a Néstor Kirchner como un personaje “desagradable” y “demagogo”.

En diálogo con Página/12, Fernández aseguró que Mario Vargas Llosa “es el vocero de la derecha republicana. Es quien representa la forma pulcra de transmitir lo que piensan, pero igual es berreta”.

“Malraux, que fue responsable de asuntos culturales de la Quinta República –siguió Fernández–, decía: ‘La mayor diferencia entre escribir y gobernar es que un artículo se corrige con otro artículo, mientras que una medida de gobierno, al momento de corregirla ya había afectado la vida de millones de franceses’”, citó. El ministro resaltó que Malraux “sabía de verdad lo que había que decir, no hubiera dicho una barbaridad y mucho menos de un presidente de otro país”.

Vargas Llosa, autor de obras literarias como La ciudad y los perros o El pez en el agua y ex candidato a presidente en Perú, había criticado a Kirchner en Nicaragua, en donde fue condecorado con la Orden Rubén Darío en grado de Gran Cruz. “Usted me pregunta por Kirchner y debo decirle que lo veo peligroso. Yo creo que es un hombre demagogo, que no tiene las ideas claras, no es un hombre que esté totalmente identificado con la democracia”, dijo a un periodista durante una conferencia en Managua.

Fernández ya se había ocupado temprano de contestar al novelista. “Vargas Llosa es columnista del Miami Herald”, señaló en Radio Mitre.

–¿Eso invalida su opinión? –le preguntó Página/12.

–Nooooooooooo. Pero es la misma persona que en pleno bombardeo en Irak decía que lo más importante era la expresión de la historia y no la gente que moría como un perro. Dijo algo así como “por fin la humanidad ha recuperado los tesoros que prueban la existencia de la civilización más antigua de la humanidad”, refiriéndose a Babilonia. Una barbaridad.

El ministro fue más cauto al referirse al artículo del The New York Times publicado el martes que habló de un “giro a la izquierda” y la “concentración de poder” de Kirchner. En esa nota, el influyente diario norteamericano hace mención, de manera crítica, al proyecto oficial de reforma del Consejo de la Magistratura y habla de “presiones” a los medios de comunicación.

“Lo del New York Times es distinto. Es una visión política, que a mí no me gusta. La respeto, pero creo que se equivoca. Ahí se habla de giro a la izquierda, cuando acá hay una política heterodoxa y se tiene muchísimo cuidado de lo que se está haciendo de la cosa pública. Claro, ellos quisieron verlo al Presidente de otra manera, reventando la guita de los argentinos. Y no es así. Sobre el Consejo de la Magistratura hay un proyecto que debe decidir el Congreso, de manera democrática, y seguramente se votará con el apoyo de aliados y diputados que votaron leyes parecidas en la provincia de Buenos Aires”, respondió el ministro.