El financiamiento del gasoducto sudamericano que impulsan los gobiernos de Venezuela, Brasil y Argentina “dejará de ser un problema”, a partir de una “sorpresiva” propuesta que se está analizando en Río de Janeiro, según adelantó ayer el coordinador argentino para el proyecto y titular del Enargas, Fulvio Madaro. Aunque el funcionario no lo mencionó, la “sorpresiva propuesta” estaría referida a la probable participación del consorcio ruso Gazprom en el proyecto.

“Sorpresivamente, ha habido un importante avance en cuanto al financiamiento de la obra, por lo que este punto dejará de ser un problema”, dijo Madaro en diálogo con la agencia de noticias Télam desde Río de Janeiro, sin dar más precisiones al respecto. El funcionario dijo que no le correspondía avanzar en un tema que es parte del documento final en el que los técnicos de los tres países continuarán trabajando hasta mañana, viernes.

Gazprom, que administra la mayor red de gasoductos del mundo, dejó entrever en Moscú que está interesado en participar en la construcción del megagasoducto, por el que Venezuela proveerá gas a Brasil y Argentina.

El grupo informó a través de un comunicado que el tema estuvo en las negociaciones que mantuvo en Caracas su jefe de actividad económica externa, Stanislav Tsigankov, con autoridades del gobierno venezolano y directivos de Pdvsa.

Ayer comenzó en Río la tercera reunión del Comité Multilateral de Trabajo que lleva adelante los estudios de prefactibilidad del gasoducto de integración de América del Sur. El proyectado gasoducto tendrá una extensión de 10.000 kilómetros entre Puerto Ordaz (Venezuela) y el área metropolitana cercana a Buenos Aires. El costo estimado oscila entre los 12 y 15 mil millones de dólares estadounidenses. Durante el mes de marzo, los técnicos que realizan el informe de prefactibilidad presentarán sus conclusiones a los ministros de las áreas de energía de los respectivos países.