El canciller español, Miguel Angel Moratinos, afirmó ayer que los temas pendientes entre el gobierno argentino y las empresas ibéricas radicadas en el país, derivados de la crisis de 2001, “se están resolviendo satisfactoriamente”. “Las empresas españolas apostaron y vuelven a apostar en la Argentina porque observan con satisfacción que la Argentina crece y (ven) una mayor capacidad de negocios”, dijo el ministro, en rueda de prensa ofrecida en el Palacio San Martín.

Moratinos habló con los periodistas luego de la reunión que mantuvo por la mañana con representantes de trece compañías españolas con inversiones en la Argentina, especialmente en servicios públicos privatizados la década pasada. En un desayuno de trabajo servido en el Hotel Alvear, el visitante escuchó algunos reclamos de los ejecutivos por la reticencia oficial a todo aumento tarifario. También fue motivo de alguna queja la indefinición del caso de Aguas Argentinas, cuyo accionista mayoritario, el grupo francés Suez, anunció que dejará la concesión del servicio de agua y cloacas del área metropolitana.

Según uno de los participantes, el ministro español anunció ante los ejecutivos que se propone avanzar en negociaciones con el gobierno argentino antes del viaje del presidente Néstor Kirchner a España, previsto para los próximos meses.

Paralelamente, ayer quedaron habilitados los acuerdos provisorios de la Unidad Renegociadora de Contratos (Uniren) con las distribuidoras eléctricas Edenor y Edesur, a partir de la aprobación “ficta” por parte de Diputados, al vencer el plazo que tenía la Cámara baja para pronunciarse. Ambas distribuidoras también aceptaron suspender los reclamos presentados ante el tribunal del Banco Mundial (Ciadi) a partir de la entrada en vigencia del los convenios provisorios y darlos de baja cuando se concrete la renegociación definitiva de los contratos.