Los vecinos de Concordia finalmente decidieron no cortar el puente y adoptaron como forma para protestar contra la construcción de las dos papeleras una campaña de concientización con volantes y charlas acerca del impacto ambiental que tendrá la instalación de las dos plantas. Sin embargo, el bloqueo al puente que une Concordia con la ciudad uruguaya de Salto no fue del todo descartado y los asambleístas aseguraron que esta semana definirán si se suman a los bloqueos de Gualeguaychú y Colón. Ayer, la posibilidad de que no pueda llegarse más por tierra a Uruguay fue rechazada por el gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti. “La frontera con el Uruguay no está ni estará cortada. Hay que buscar una solución en la cual nadie salga vencido”, señaló el funcionario.

Hasta último momento, todo parecía indicar que Concordia se iba a sumar a los bloqueos. La medida había sido evaluada por los vecinos y estaba previsto que se iba a arrancar por la tarde. En principio, iban a ser sólo pequeños cortes de quince minutos, aunque no dejaba de preocupar ya que iban a significar la suspensión de todos los pasos que hay por tierra al Uruguay. Hoy, el puente de Concordia es la única vía que permanece libre con un tránsito que se ha triplicado en los últimos días. Los vecinos de Gualeguaychú mantienen cortado el puente internacional desde hace 16 días y a ellos se sumaron la última semana los habitantes de Colón. Según ratificaron ayer los vecinos de ambas localidades, los cortes no tienen fecha y se prolongarán hasta que Uruguay suspenda la construcción de las papeleras.

Como alternativa, en Concordia decidieron inaugurar una campaña de concientización que incluye la entrega de volantes y charlas sobre la contaminación que podrían generar las fábricas de celulosa. Además, convocaron para el viernes a un encuentro amplio en el que se definirán las estrategias a seguir. Si bien la decisión de no cortar fue tomada por los vecinos durante una asamblea, algunos no descartaron presiones políticas. Ocurre que el intendente de esa localidad, el peronista Juan Carlos Cresto, se opone firmemente a los cortes de ruta, pero la medida cuenta con el guiño del gobierno provincial.

Con un tono más conciliador que en ocasiones anteriores, Busti descartó ayer la posibilidad de que queden cortados todos los pasos. “Hay que buscar una solución en la cual nadie salga vencido”, expresó. En este sentido, planteó que una opción sería la “garantía de que se haga un diseño en el cual no exista el cloro como elemento fundamental, en donde se utilicen el oxígeno, el ozono”. Como otra alternativa, planteó “la necesidad de paralizar la construcción de las plantas y realizar un estudio de impacto ambiental serio por el mundo académico de los dos países”. Luego, para concluir, agradeció a Néstor Kirchner porque “nunca condicionó a la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú para el levantamiento del corte de ruta”, y aclaró inmediatamente que eso no significa “un aval a las medidas adoptadas por los asambleístas del sur entrerriano”.

Más allá de la profundización de las protestas, no parece asomar ningún cambio en el conflicto durante los próximos días. Con todos los canales de diálogo cortados, la vía judicial es la única sobre la que se sigue avanzando. Este miércoles se debatirán en el Congreso los proyectos para presentar una demanda contra Uruguay en el Tribunal de La Haya. Mientras que la Corte Suprema esperará que se expida el procurador general de la Nación, Esteban Righi, antes de tomar alguna medida. El tribunal recibió el viernes la denuncia presentada por Entre Ríos contra las dos empresas, Ence y Botnia, por el delito de tentativa de contaminación ambiental, luego de que el juez federal de esa provincia, Guillermo Quadrini, se declaró incompetente.