El flamante gobernador de Santa Cruz, Carlos Sancho, viajó ayer a Las Heras, junto con la senadora Alicia Kirchner y el ministro de Desarrollo Social, Juan Carlos Nadalich. Los funcionarios, que mantuvieron una reunión en la confitería Posada del Sur, intentarán descomprimir la situación tras los incidentes en los que fue asesinado el policía Jorge Sayago y dialogarán con los distintos sectores que protagonizaron el conflicto. El cura párroco Luis Bicego, entre otros miembros de la Iglesia, había hecho un llamado a “abrir el diálogo”. “Mañana (por hoy) va a tener una reunión con el cuerpo de delegados de petroleros y va a recibir también a los familiares de los detenidos. Luego se reunirá con Repsol. Hoy estuvimos con los ministros, a los que les explicamos la persecución que estamos sufriendo”, explicó Luis Guineo, uno de los integrantes del cuerpo de delegados. Entre los gremialistas existe preocupación dado que circula el rumor de que la empresa buscará quitarle los fueros sindicales al sector “duro” de los delegados, que responde a Mario Navarro. “El Gobierno ha venido aquí a dar un paso muy importante y no sólo a saludar a la Bandera”, se esperanzó Guineo. En tanto, el cadáver de Sayago será exhumado por orden de la jueza de Pico Truncado, Graciela Ruata de Leone, para someterlo a una nueva autopsia que permita comparar tejidos del cuerpo con algunos elementos de prueba de la causa. La exhumación será el próximo martes en el cementerio de Gobernador Gregores, donde vivía el policía asesinado. Se practicarán pruebas de compatibilidad genética a los restos con muestras de sangre que habrían encontrado en una camisa secuestrada en uno de los allanamientos, para lo que se utilizarán los laboratorios de Buenos Aires. La jueza le informó la decisión a la viuda de Sayago, Lorena Castro, quien sostuvo ante los medios de Santa Cruz que la exhumación le resulta “muy dolorosa”, pero que “debe hacerse si sirve para encontrar a los verdaderos culpables”.