La Sala II de la Cámara Federal confirmó ayer la prisión preventiva y el procesamiento de tres represores de la ESMA por la apropiación de bienes de desaparecidos. Uno de ellos, Carlos José Pazo, se encontraba libre por un fallo de la Cámara de Casación, pero deberá retornar tras las rejas.

Los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Luraschi destacaron que los represores Pazo, Jorge “El Tigre” Acosta y Jorge Radice formaron “parte de una organización que actuaba de manera sistemática, coordinada y permanente, destinada a cometer diversos delitos”. Y, en particular, ellos se ocupaban de disponer de los bienes de los desaparecidos. Entre el “botín de guerra” había departamentos, autos y otros objetos que se amontonaban en el “pañol grande”, en el tercer piso de la ESMA.

En el fallo, citaron los testimonios de los sobrevivientes que señalan a estos represores como parte del grupo de logística, que “disponía de los bienes”. Los camaristas afirmaron que el “despojo de bienes” incluyó las torturas para obligar a los detenidos a firmar el traspaso de propiedades y la elaboración de documentos falsos. De esta forma, rechazaron la apelación de los abogados defensores en la causa que instruye el juez federal Sergio Torres. Se trata de una investigación que se inició luego de que la Cámara indicara que debía reconstruirse el funcionamiento global del enriquecimiento del almirante Emilio Massera y sus secuaces.

Los jueces tomaron esa decisión tras analizar el expediente por las tierras apropiadas en Chacras de Coria, que pertenecían al empresario mendocino Victorio Cerruti, el contador Horacio Palma y el abogado Conrado Gómez, secuestrados y desaparecidos en la ESMA. Por ese caso también se encuentran procesados Massera, Alberto González, Jorge Enrique Perren y Juan Carlos Rolón, además de Acosta. Las operaciones de los marinos se canalizaban a través de una inmobiliaria en Belgrano. Entre otros casos, a Nilda Actis le habían hecho firmar dos poderes para entregar dos departamentos y a Hugo Abraham Tarnopolsky le robaron dinero, joyas y un Chevrolet Sedán cuando lo secuestraron.