Los vecinos de Gualeguaychú designaron a dos abogados locales, Fabián Moreno Navarro y Ana Angelini, para que se sumaran al equipo legal de la Cancillería que lleva el juicio por las papeleras. Ambos participarán, el lunes, de la primera reunión de trabajo para armar el memorial que la Argentina debe presentar ante la Corte Internacional de La Haya en un plazo de seis meses sobre la cuestión de fondo del conflicto. Por él se decidirá si el gobierno de Tabaré Vázquez violó el Tratado del Río Uruguay al autorizar la construcción de las plantas unilateralmente.

La propuesta de integrar a los abogados había sido formulada el jueves por el canciller Jorge Taiana en su visita a la ciudad. Ayer, los vecinos eligieron además a dos suplentes, Ester Spoturno y Jorge Daneri, este último de Paraná, con la idea de que puedan rotarse.

Moreno Navarro es, de los abogados locales, quien ha tenido mayor protagonismo en las actividades contra las plantas de celulosa. Pionero de la asamblea ambientalista, participa del reclamo contra las pasteras desde hace al menos tres años. Trabaja en un estudio jurídico familiar y está casado con una jueza en lo civil, Ana Clara Paoletti. Su trayectoria está ligada a los grupos ambientalistas, ya que ha trabajado vinculado a foros ecologistas como el de Paraná.

Este verano patrocinó el pedido de los vecinos ante la Justicia para que se impidiera el cruce al Uruguay de los camiones con insumos para la construcción de Botnia. También patrocina al dueño del balneario El Ñandubaysal, Carlos Sánchez Alzaga, en una acción de reclamo para que las empresas paralicen sus obras.

Ana Angelini tiene una historia más corta dentro de la asamblea, ya que se sumó a sus actividades a mediados del año pasado. Su marido, Oscar Vargas, es una de las personas más activas en el reclamo y por esto uno de los referentes en los cortes de ruta y los debates que se realizan dos veces por semana en el teatro local. Angelini, dicen en Gualeguaychú, tiene buen diálogo con la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolo-

tti; también es conocida en la Cancillería porque ha participado de encuentros de trabajo como enviada de los asambleístas.

En Montevideo, el paso de Taiana por Gualeguaychú tuvo nuevas repercusiones. El gobierno de Tabaré Vázquez se manifestó “desconcertado” y “sorprendido” por las afirmaciones del canciller en el sentido de no aceptar la construcción de las plantas sobre el río Uruguay.

El portavoz de la réplica fue el canciller Reinaldo Gargano, quien dijo que los dichos de Taiana le sugieren que la Argentina “no acepta el fallo de La Haya”.

Gargano reiteró la oferta uruguaya: “Somos nosotros los que construimos las plantas, están en territorio de Uruguay, y como entendemos que hay inquietud llamamos a Argentina a que venga a ver con nosotros cómo se construyen y para comprobar que se están haciendo las cosas bien y no mal”, propuso. “El monitoreo conjunto es la garantía mayor que tiene Argentina de que no contaminarán.”

Esa es la máxima oferta que el gobierno oriental está dispuesto a hacer, ya que –insistió el canciller– su país “no va a discutir” la relocalización de Botnia y Ence.