El Estado fue el malo de la película creada y dirigida por el “pensamiento único”, pero ahora, que parece gozar de una promisoria amnistía como “mala palabra”, se está integrando nuevamente al lenguaje político. El Primer Congreso Argentino de Cultura, que comienza hoy en Mar del Plata, pretende redefinir el rol del Estado en las políticas culturales. Funcionarios, representantes de organizaciones sociales, especialistas internacionales y de todas las provincias argentinas debatirán sobre la orientación y la planificación del desarrollo cultural del país, las articulaciones entre las políticas culturales y la inclusión social, el fortalecimiento de las instituciones y la producción de ciudadanía, entre otros temas.

La senadora Cristina Fernández de Kirchner, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, y el secretario de Cultura de la Nación, José Nun, inauguran este encuentro que se realiza por primera vez bajo el lema “Hacia políticas culturales de Estado, inclusión social y democracia”. El congreso, organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación, las áreas culturales de todas las provincias y el Consejo Federal de Inversiones, contará con la participación de Manuel Antonio Garretón (Chile), Carlos “Chacho” Alvarez, Tony Puig (España); la ministra de Economía, Felisa Miceli; el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, el de la CTA, Víctor De Gennaro; la ministra de Cultura de la Ciudad, Silvia Fajre, Mempo Giardinelli, Luisa Calcumil, Tristán Bauer, Octavio Getino, Horacio González, Rosario Lufrano y Jorge Coscia.

El Congreso Argentino de Cultura se reunirá cada dos años en diferentes ciudades del país. En cada edición se rendirá homenaje a un género específico de la cultura. Los homenajeados en Mar del Plata serán Leonardo Favio y el Grupo “Cine Liberación”: Fernando “Pino” Solanas, Gerardo Vallejos y Octavio Getino. Además de las conferencias, mesas redondas y foros de debate, también actuarán Osvaldo Piro, Raly Barrionuevo y el Ballet Folklórico Nacional. “Esta gestión ha roto con una tradición acerca de cómo se define la cultura. Llevamos adelante no sólo una política de las ‘bellas artes’, como ha sido tradicionalmente, sino nuevas formas de socialización, tan dañadas por el terrorismo de Estado y por el neoliberalismo, que han hecho que la gente tendiera muy fuertemente a replegarse en sí misma y que perdiera muchos de los lazos sociales que antes le daban el trabajo o el barrio”, señala Nun en una entrevista con Página/12.

Para el secretario de Cultura de la Nación, redefinir el rol del Estado en la política cultural implica adoptar varias líneas de acción. “Tenemos que posibilitar el acceso a la cultura de la gente, para lo cual estamos trabajando en una serie muy amplia de programas, y estimular a que la cultura que la gente está en condiciones de producir o está produciendo salga a la luz”, explica Nun. “Este es un rol que tiene que cumplir el Estado central, debido a la gran debilidad en que han quedado la mayor parte de las provincias. Hoy política cultural, desde este punto de vista, es sinónimo de inclusión.” Nun revela una cifra elocuente de esta debilidad provincial: en el último año, el gasto per cápita de la Ciudad en cultura ha oscilado entre 80 y 90 pesos, pero en el resto del país los promedios no superan los 5 pesos.

“Para la visión restringida, que ha prevalecido desde fines del siglo XIX hasta ahora, había unas pocas instituciones productoras de cultura: los museos y las bibliotecas. Pero a éstas se fueron incorporando las salas de concierto, el teatro, la radio, el cine, la televisión, el folklore y las artesanías locales como hermanas menores de este desarrollo. Todo esto tiene que ser impulsado a través de nuevas formas de construcción de ciudadanía”, subraya Nun. “Con la posible excepción de los Estados Unidos, el Estado central en el mundo occidental tiende a jugar un papel muy importante en la cultura. Pero en Argentina, por las condiciones históricas particulares de los últimos 40 años, se está haciendo cada vez más necesaria la intervención del Estado para fortalecer a los sectores que han sido terriblemente debilitados.”