EL PAíS › LA CUMBRE DEL MERCOSUR CERRO CON OPTIMISMO PREOCUPADO
Juntos pero sin frente por la deuda
Con un ojo en la crisis financiera y otro en la integración regional, los presidente del Mercosur ampliado emitieron un documento que resalta el pacto de comercio con México.
Duhalde y Cardoso dijeron que no habrá moneda común por ahora y que no se negociará la deuda en conjunto.
La cumbre del Mercosur ampliado con México como invitado especial terminó ayer en la quinta de Olivos con amplias muestras de satisfacción, exhibiciones de optimismo y dos paños fríos muy claros a cargo del presidente argentino y del brasileño: “no es momento” de hablar de una moneda común y no hay ninguna intención de negociar en conjunto con los organismos internacionales los problemas de la deuda y la ayuda financiera.
El final de la cumbre número 22 del mercado común se cerró con un comunicado optimista firmado por los presidentes de Argentina, Eduardo Duhalde; Brasil, Fernando Henrique Cardoso; Paraguay, Luis González Macchi, y Uruguay, Jorge Batlle, más los de los dos países asociados, el chileno Ricardo Lagos Escobar y el boliviano Jorge Quiroga. El documento saluda la participación especial del mexicano Vicente Fox y la firma de un acuerdo de complementación económica como primer paso para crear un área de libre comercio ampliada, lo que Duhalde definió por la suya como “una pretensión de avanzar hacia un proceso latinoamericano” de integración.
Los presidentes analizaron el comportamiento de la economía mundial, que “contribuyó a la inestabilidad de la región, dificultando las posibilidades de un desarrollo económico sustentable con equidad y justicia social”. No faltó una muestra de solidaridad con Argentina, país en el que estas dificultades “han alcanzado una mayor gravedad”, que se traduce en un compromiso de “realizar los esfuerzos necesarios” para ayudar a superar la crisis local.
Los países participantes se comprometieron a coordinar posiciones sobre los temas de la agenda internacional, como el terrorismo, la corrupción, el narcotráfico, la discriminación y los derechos humanos. Más genéricamente, se prometieron consultarse para hacer frente a “la inestabilidad y volatilidad” de los mercados de capitales mundiales. Bolivia y Chile recibieron una clara invitación a perfeccionar los convenios de complementación económica para aumentar el intercambio, mientras que se subrayó la expectativa que en la próxima cumbre, que se realizará el 26 y 27 en Guayaquil, se avance en el convenio de Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana para eliminar las barreras físicas que todavía existen para el intercambio.
Estados Unidos estuvo tangencialmente presente en el documento final, en el que se recordó que en la reunión del Comité de Negociaciones Comerciales del ALCA se aprobaron los métodos y modalidades para iniciar las negociaciones. También se resaltó la preocupación de la región por el aumento de los subsidios agrícolas ordenado por el presidente George Bush. En la conferencia de prensa que siguió a la cumbre, Duhalde y Cardoso bajaron las expectativas en dos frentes. “No hay un frente común para negociar” con los organismos internacionales, dijo el argentino, que explicó que “la especial situación de Argentina hace que tengamos que afrontarla, ya que es muy distinta a la de otros países de la región.” Su colega brasileño agregó que “no es necesario que se proponga una coalición para negociar, porque algunos ni siquiera están negociando nada.” Sin embargo, aclaró Cardoso, “hubo una reafirmación de la importancia de seguir trabajando coordinadamente”. Con el contexto de la crisis bien presente, los dos presidentes afirmaron que “no es momento” de hablar de que el Mercosur tenga una moneda única.