La situación del Hospital Francés podría tener un punto de inflexión a partir de mañana. Para el mediodía, un grupo de trabajadores mantendrá una reunión en Casa de Gobierno con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para intentar destrabar el conflicto gremial a partir de la posible entrega de un fideicomiso destinado al hospital. En tanto, los trabajadores recibieron un apoyo del Arzobispado de Buenos Aires, que conduce Jorge Bergoglio y aún exigen la renuncia del interventor del establecimiento a raíz de la aparición de las patotas.

Los empleados del Francés se reunirán en Casa de Gobierno a las 11.30 del martes. Y de acuerdo con los trascendidos no llegarán solos sino con un respaldo emitido simbólicamente por el cardenal Bergoglio. “Bergoglio se comunicó con nosotros anteayer –dijo David Garutti, delegado general del personal no médico del hospital–. Habló conmigo y con el padre Carlos Saracini. Nos dijo que nos acompaña y comparte que no nos podemos dar el gusto de que se cierre el hospital.”

El padre Saracini es el párroco de la Iglesia de la Santa Cruz y fue uno de los sacerdotes que estuvieron presentes durante los días del conflicto. Ayer el mismo encabezó una misa en el sanatorio. Allí todavía hay unos 40 pacientes cuya asistencia está “garantizada”, dijo Garutti. El director del hospital Walter González había dicho que la atención de los pacientes estaba en riesgo. “Eso es una absoluta mentira –recalcó el delegado–. Hoy a la mañana (por ayer) hubo una inspección del Gobierno de la Ciudad y constató que todo está en condiciones”.

La inspección porteña estuvo encabezada por Carlos Campolongo, ahora presidente del Ente Regulador de los Servicios Públicos de la Ciudad. Y pese a la disposición de los trabajadores, el funcionario encontró “preocupante” la “acumulación de residuos patológicos” del sanatorio. En un comunicado explicó que “además de la abundante cantidad de bolsas rojas observada, cuyo peso total superaría los 500 kilogramos, los funcionarios porteños verificaron que todos los contenedores se encontraban abiertos y que algunos carecían de tapas”.

Los empleados del Francés reclaman el pago de salarios adeudados en los últimos tres meses y medio y el medio aguinaldo. Pero además, exigen del Gobierno la renuncia del interventor José Luis Salvatierra por los incidentes del martes pasado, cuando un grupo de patoteros desalojó a los trabajadores a los golpes. Entre los agresores estaba Sergio “Tuto” Muhamad, que hasta entonces tenía un cargo en el gobierno porteño. De acuerdo con los trabajadores, el militante kirchnerista trabaja como “matón” del interventor.