La propuesta no es nueva pero sonaba a novedosa. Aun así, no fue recibida con mayor entusiasmo. Salvo en los entornos del neuquino Jorge Sobisch y en el de Ricardo López Murphy, la propuesta del ingeniero Juan Carlos Blumberg de construir una “mesa política opositora” que reúna a todos los enfrentados a Néstor Kirchner no generó muchas expectativas.

Blumberg, según los diferentes nombres que fue tirando en reportajes radiales, adelantó que impulsará conversaciones con Roberto Lavagna, Elisa Carrió, Jorge Telerman, Ricardo López Murphy, Sobisch, Ramón Puerta, Patricia Bullrich y Margarita Stolbizer, para formar una mesa que enfrente al kirchnerismo.

“Voy a participar sin ningún tipo de condicionamientos”, respondió Sobisch cuando este diario lo consultó por el tema. En su entorno recordaban incluso que el gobernador de Neuquén fue uno de los primeros en insistir con la importancia de unificar a todo el arco opositor. “Si no nos juntamos, nos vamos a quedar todos con un poco de nada”, recuerdan los seguidores de Sobisch que fueron una de las primeras definiciones del neuquino. Repiten también que junto con la necesidad de construir ese conglomerado, Sobisch insiste en que deben definirse los temas de la agenda y un sistema para decidir quién lo lidera. No ocultan que “lo ideal es definirlo por un sistema de internas políticas”.

Allegados al líder de Recrear, Ricardo López Murphy, adelantaron que el ex ministro de la Alianza “estaría dispuesto a concurrir a una mesa de diálogo siempre que se trate de un llamado para el mejoramiento de las políticas públicas”. Recordaban que López Murphy siempre estuvo dispuesto al diálogo y “aunque no coincide enteramente con las propuestas de Blumberg, tiene un especial respeto por el ingeniero”.

“No tenemos nada que comentar”, fue la primera y única respuesta que el entorno de Lavagna le dio a este diario cuando se lo consultó por el convite. A pesar de la insistencia, la negativa fue cerrada: “Nada que decir sobre el tema”.

Carrió continuó ayer su recorrida de campaña por la costa atlántica. En Buenos Aires, el titular del bloque del ARI en la Cámara baja, Eduardo Macaluse, respondió a Página/12: “No compartimos la mayoría de las propuestas de Blumberg. Con las propuestas de Macri tampoco estamos de acuerdo. Para nosotros no tiene sentido conversar sobre programas o plataformas cuando hay una incompatibilidad de base. Aun así, respetamos el dolor de una persona que fue víctima de la violencia. Como dirigente político, Blumberg no tiene afinidad con nuestra propuesta política”.

En las oficinas del jefe de Gobierno porteño la idea no logró entusiasmar a los principales asesores de Telerman. “No alentamos el encuentro con Blumberg”, fue la primera reacción de los funcionarios de la ciudad cuando este diario los consultó por la iniciativa del ingeniero. “No estamos principalmente interesados en este encuentro. Estamos muy concentrados en la campaña de la Ciudad de Buenos Aires. No pareciera que existieran razones objetivas para una reunión de estas características. Parecería que Blumberg está haciendo una movida básicamente personal”, sostuvieron colaboradores de Telerman.

El lanzamiento de Blumberg a la arena política no podía tener una agenda más ambiciosa: ser el armador de una coalición opositora a Kirchner. La idea está verde. Para varios de los mencionados por Blumberg, hay más contras que PRO.