Una alianza dentro de la alianza. Así se podría definir la particular relación que se viene consolidando entre Argentina y Venezuela, en el marco más amplio del Mercosur. A poco más de seis meses de haberse concretado el ingreso del país caribeño al bloque regional, Néstor Kirchner visitará esta semana Caracas para asistir a la firma de una serie de convenios y acuerdos que no sólo buscan profundizar la relación bilateral, sino que van trazando el carácter estratégico de la asociación.

La explotación conjunta de recursos energéticos, la ayuda directa de Venezuela para el salvataje de una empresa cooperativa estratégica, la colaboración argentina en el desarrollo de la producción agrícola y de actividades complementarias (tecnología y fabricación de equipos) son algunos de los rasgos distintivos de este vínculo. Además, se continuará avanzando en la exploración de la búsqueda de mecanismos de financiamiento en forma conjunta, a través de una nueva emisión de bonos de deuda binacional. Algo que los más audaces ven como los primeros pasos hacia una integración monetaria regional.

Kirchner estará este miércoles en Puerto Ordaz, ubicado en plena región petrolera del territorio venezolano, donde se concretará la puesta en marcha de la explotación conjunta, entre Enarsa y Pdvsa, del primero pozo petrolero de una serie de dieciocho. El plan es ir incorporando a la empresa estatal argentina a las actividades que desarrolla la poderosa petrolera venezolana, tanto en ese país como en otros proyectos ya acordados en Argentina y Bolivia. Un acuerdo de conveniencias políticas, sin dudas, pero que proyecta un espacio de integración bien diferente al esquema mercantilista con el que nació el Mercosur en los ochenta.

El otro punto fuerte de la visita del presidente argentino es la firma del convenio de cooperación entre el gobierno venezolano y SanCor, de Argentina. La cooperativa láctea de segundo grado, ya que de ella participan a su vez otras 70 cooperativas de productores de las provincias de Santa Fe y Córdoba, estuvo a punto de sucumbir en su actual estructura empresaria cuando uno de los holdings financieros que controla George Soros ofreció comprar el 62 por ciento de su paquete accionario, a cambio del aporte de capital líquido que la rescatara de una situación de endeudamiento insalvable. De la mano de una serie de gestiones políticas y una afortunada combinación de aportes técnicos y empresariales, surgió la alternativa de un acuerdo económico con Venezuela que evitara la transferencia accionaria.

Despejados los últimos inconvenientes de orden operativo, finalmente quedó cerrado en las últimas horas el acuerdo por el cual Venezuela adelantará el pago de las compras de leche en polvo que realizará durante un período de ocho a diez años, cuyo monto total se estima en 135 millones de dólares. De dicha cifra, 20 millones serán de disponibilidad inmediata, con lo cual SanCor empezará a salir de su actual estado de crisis. Además, como parte del mismo acuerdo, Argentina aportará conocimientos tecnológicos para desarrollar la producción e industria lechera en Venezuela, con aportes de técnicos del INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) y del INTA (ídem Agropecuaria).

También se firmará el compromiso de aumentar las exportaciones de alimentos (carne vacuna y aviar), industrias llave en mano (frigoríficos) y unidades de transporte, además de la intervención de profesionales argentinos en los planes de viviendas populares en Venezuela.

Tal cual definió Julio De Vido en estos días -–desde la semana pasada se encuentra en Caracas trabajando en estos acuerdos–, lo que se busca ahora es “elevar la calidad” del proceso de intercambio, además de ampliarlo. La meta cuantitativa es llegar, quizás este mismo año, a un intercambio equivalente a mil millones de dólares, diez veces la cifra que tenía en el año 2003. Venezuela es el país con el que Argentina ha firmado más tratados bilaterales durante la actual administración: 36, de un total de 281 suscriptos desde el inicio de la presidencia de Kirchner.