Faltan apenas dos días para el comienzo del año escolar en la provincia de Buenos Aires y el conflicto siguió ayer in crescendo. Hoy se realizarán los congresos de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) y del Sindicato de Trabajadores de la Educación (Suteba). La decisión de no empezar las clases está tomada, el tema a decidir es la modalidad, es decir si será de 24 horas o más y si habrá movilizaciones. “Dejaron pasar mucho tiempo, la irritación creció y ahora será muy difícil parar el conflicto”, reflexionaba anoche un dirigente gremial ante Página/12. Pasadas ya las diez de la noche, el gobierno de Felipe Solá informaba que convocó para hoy, a las 8, a una nueva ronda de la paritaria docente. La expectativa está centrada en cuál será la nueva oferta salarial para los 270 mil maestros y profesores. Cuatro millones y medio de alumnos están a la espera de saber si el lunes vuelven a las escuelas.

El lunes pasado, el Frente Gremial rechazó la oferta salarial de 1040 pesos por cargo docente inicial de jornada simple y la incorporación al básico de 85 pesos en dos cuotas –una en marzo de 45 pesos y otra en agosto de 40–. Los sindicatos reclaman, además, doscientos pesos para todos los docentes, independientemente del piso inicial, y que se eleve a 225 pesos el monto blanqueado. La provincia asegura que para satisfacer ese reclamo se necesitan alrededor de 1200 millones de pesos y que con recursos propios le es imposible satisfacer la demanda.

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, admitió ayer que estuvo hablando con Solá para encontrar una solución y recordó la ayuda extra de 300 millones de la Nación. El conflicto trasciende las fronteras bonaerenses porque está en juego el anuncio de aumento de 840 a 1040 pesos del piso del sueldo docente nacional realizado la semana pasada por el presidente Néstor Kirchner y el ministro de Educación, Daniel Filmus, a la sazón candidato a jefe de Gobierno porteño.

La disputa en el terreno educativo trajo a escena un reclamo histórico de Buenos Aires que desde la Rosada consideraron más que “inoportuno” en medio del baile electoral: la puja por los recursos coparticipables. La directora de Escuelas provincial, Adriana Puiggrós, explicó que “en el conflicto docente convergen tres partes: los gremios, el gobierno provincial y el nacional, a partir de la Ley de Financiamiento Educativo y desde que se estableció desde ese orden el piso salarial de 1040 pesos” y recordó que “la provincia de Buenos Aires aporta 40 por ciento de los impuestos coparticipables y recibe 21 por ciento. Si se traslada esto a la Ley de Financiamiento ocurre lo mismo”.

El jefe de Gabinete dijo que “de los 24 distritos que componen la Argentina, ocho están por arriba del sueldo mínimo docente por lo que no precisan ajuste; 12 ya reciben auxilio de la Nación y sólo con cuatro se está discutiendo: estoy seguro de que lograremos un acuerdo y los chicos podrán empezar las clases”.

Hoy está previsto el inicio del año escolar en Corrientes, Chaco, Tucumán, Santa Fe y Mendoza y están anunciadas medidas de fuerza. Entre Ríos y Chubut empezarán sin protestas. Los conflictos anunciados en varias provincias ponen en evidencia las dificultades de poner en práctica la Ley de Financiamiento, promulgada el año pasado, que prevé el aumento progresivo de la inversión educativa hasta llegar al 6 por ciento del PBI en el 2010. Las jurisdicciones que no están contempladas en el fondo compensador al que aporta la Nación para garantizar el piso salarial empiezan el tire y afloje entre los gobiernos y los gremios.

El problema es el blanqueo de las sumas fijas que no están incorporadas al básico. Sobre esos montos se calcula el plus por antigüedad –que llega al 120 por ciento del sueldo a los 24 años– y los aportes previsionales, sociales y sindicales. En Buenos Aires repiten que cada peso que se incorpora al básico modifica la masa salarial en forma sustancial. Los gremios señalan que para los maestros “una cosa es la sensación térmica del bolsillo y otra, que no le interesa, es la famosa masa salarial”. Hoy se sabrá si logran acercar posiciones.