El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el asesor en política exterior de Luiz Inácio Lula da Silva, Marco Aurelio García, aprovecharon el escenario que compartieron ayer en la apertura de un seminario sobre management político en la UCA, en Puerto Madero, para criticar a sectores de la prensa, responder sobre campañas sucias y aludir a las denuncias de corrupción que enfrentaron ambas administraciones. Fernández rechazó las acusaciones del jefe de Gobierno porteño y candidato a la reelección, Jorge Telerman, sobre una supuesta campaña sucia del kirchnerismo para imponer al candidato Daniel Filmus. Aunque sin mencionar nunca a Telerman, Fernández aclaró que “lo único que estamos haciendo es poner a la Justicia a investigar un hecho sospechoso y nadie debe ponerse nervioso por esto”. El jefe de Gabinete se quejó porque “es más difícil para el que está en el Gobierno” encarar una campaña electoral, porque “cuando el Gobierno denuncia a un oponente y remarca su debilidad, lo acusan de impulsar una campaña sucia”. En cambio, interpretó que “cuando el que denuncia es un opositor, los medios dicen que se levanta la República”. El jefe de Gabinete insistió en que aún “no está decidido el sexo del candidato” presidencial del oficialismo para el 28 de octubre. Pese a que Lula ya se jugó a favor de la reelección de Néstor Kirchner en el reportaje que dio antes de su última visita al país, Marco Aurelio García evitó pronunciarse sobre el meneado “pingüino o pingüina”. “Si me dan la ciudadanía argentina, me pronuncio”, esquivó. Fernández y García coincidieron en criticar a sectores de la prensa porque durante la campaña presidencial de Lula “se pusieron del lado de la oposición”.