Martes, 15 de mayo de 2007 | Hoy
EL PAíS › DOCENTES Y FUNCIONARIOS RETOMARIAN HOY EL DIALOGO PARA ENCAUZAR EL CONFLICTO EN SANTA CRUZ
“Mañana (por hoy) habrá novedades”, repetían anoche en despachos oficiales, sin precisar la propuesta que le harán al gremio docente para zanjar un conflicto que ya superó los dos meses. El ministro de Economía de Santa Cruz y su par de Educación viajaron ayer a Buenos Aires. El gobernador Daniel Peralta se sumaría a la delegación para sellar el acuerdo que zanje la crisis.
Por Miguel Jorquera
Desde Río Gallegos
La posibilidad de lograr un acuerdo bajó la tensión en Río Gallegos, aunque el escenario de la negociación entre el gobierno de Santa Cruz y los docentes en huelga será en Buenos Aires. Hacia la Capital Federal viajaron ayer, con una oferta salarial bajo el brazo, el ministro de Economía, Juan Bontempo, y la titular del Consejo de Educación provincial, Silvia Esteban. Después de más de dos meses de conflicto, represión, renuncias y escraches, el objetivo es abrir un principio de arreglo que descomprima la situación con los maestros. Serán las asambleas y el congreso de Adosac los que decidirán si aceptan o no la propuesta que se presente sobre la mesa de diálogo porteña. Por la mañana, la secretaría privada de la gobernación tenía en sus manos la reserva aérea para que Daniel Peralta viajara hoy a Buenos Aires –“a un acto en la Casa Rosada”–, pero por la noche afirmaban que el gobernador se quedaría en la capital provincial para reunirse con el obispo de Río Gallegos, Juan Carlos Romanín. “Mañana (por hoy) habrá novedades”, concedían funcionarios y gremialistas en los despachos porteños.
Nadie usó el término optimismo, pero los rostros más relajados de todos los actores en el conflicto docente durante la fría jornada santacruceña de ayer eran una señal de que la negociación podía encauzarse. Aunque los funcionarios provinciales expondrán la oferta salarial en una mesa de negociación en Buenos Aires. Esa es la misión que el gobernador Peralta les encargó a Bontempo y Esteban. La propuesta oficial quedó guardada bajo siete llaves, pero tampoco faltaron las versiones. Incluiría la elevación del básico (que podría pasar de 161 pesos a 500), que se elevaría con el blanqueo del presentismo, entre otros ítem, la devolución de los salarios caídos por los días de huelga y el compromiso de discutir la escala salarial a partir de junio.
Todos necesitan bajarle los decibeles al conflicto. El gobierno necesita que los maestros vuelvan a las aulas para descomprimir la situación social en la provincia del Presidente y en la convulsionada Río Gallegos a meses de las elecciones nacionales. En tanto, los docentes saben que el apoyo y la adhesión que lograron en la sociedad podrían empezar a congelarse, porque los alumnos de escuelas primarias ya perdieron el primer bimestre del año y los secundarios casi el trimestre. La estrategia del desgaste de la huelga, a la que apostó el ex gobernador Carlos Sancho, le costó el cargo y demostró su ineficiencia para lograr la reanudación del ciclo lectivo. Por eso, Peralta se mostró dispuesto a buscar el diálogo entre el gobierno y los trabajadores estatales y se encargó de dar algunas señales en esa dirección. El domingo recibió en su casa –en uno de los barrios que rodean al centro de Gallegos– a los dirigentes locales de la CGT, pero también a los gremios más díscolos que conforman la Mesa de Unidad Sindical, que aglutina a los municipales de Río Gallegos (SOEM), ATE, los legislativos (APEL), judiciales y Adosac, pero los docentes no participaron del encuentro.
Ante todos ellos, Peralta ratificó su decisión de abrir negociaciones paritarias, suspendidas hace dieciséis años. El borrador del proyecto que presentaría esta semana en la Legislatura provincial todavía se pule en los despachos de la Rosadita, como llaman los santacruceños a la gobernación provincial.
En su charla “informal” con los sindicatos, Peralta estuvo acompañado por un viejo conocido de Río Turbio: el ex legislador peronista Carlos Barreto, que está en la capital provincial desde su asunción como gobernador. Ayer, un decreto lo transformó en el nuevo subsecretario de Trabajo provincial, el segundo de los cambios que Peralta introduce en el cuestionado gabinete que heredó del renunciante Carlos Sancho. El primero fue el ex ministro de Gobierno, Daniel Varizat, punta de lanza de la gestión anterior contra los docentes y cualquier desafío opositor.
No hubo acto oficial para el nombramiento, pero Barreto arrancó ayer por la noche su labor con un encuentro formal con los dirigentes de ATE, entre ellos su secretario general, Alejandro Garzón. “Hay que reencauzar el diálogo con los trabajadores”, dijo escuetamente el flamante subsecretario a Página/12 en el lobby del hotel donde para, porque todavía “no tengo casa en Gallegos”. “Son expresas directivas del gobernador”, dijo otro funcionario provincial cuando confirmó el encuentro a este diario.
En medio de las versiones cruzadas que preveían, por un lado, que el gobernador permanecería hoy en Río Gallegos y, por otro, que viajaría a Buenos Aires, sus asesores esquivaban cualquier declaración sobre la marcha de las negociaciones. “Es como el rating, se mide minuto a minuto. Ahora vamos bien”, admitió uno de ellos a Página/12 al caer la tarde. La misma medición que registraban ya entrada la noche. A esa hora también circulaba otra versión –tampoco confirmada por sus hombres– de que Peralta ya había emprendido vuelo hacia Buenos Aires. El paradero del gobernador era la incógnita que develaría la marcha de las negociaciones, y era cuidada como secreto de Estado. La mayor urgencia del gobierno es ponerle fin al conflicto docente.
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