El ex gerente de Nación Fideicomisos Néstor Ulloa no podrá salir del país y tendrá que presentarse todos los meses en Tribunales. Así lo dispuso el juez penal tributario Javier López Biscayart, en una resolución en la que advierte que existen pruebas que lo vincularían con la evasión impositiva por la que fueron procesados diez directivos de Skanska. A su vez, le garantiza que no quedará detenido durante la investigación, siempre y cuando deposite una caución de 300 mil pesos.

Ulloa fue expulsado de su cargo al frente del fideicomiso del Banco Nación a raíz de que otro juez, Guillermo Montenegro, lo citó a indagatoria como sospechoso del cobro de coimas. La decisión que firmó ayer López Biscayart es toda una señal de que el ex funcionario podría sumar otro llamado para declarar como imputado, pero en este caso por su presunta participación en la maniobra evasora de Skanska. En un tramo de esta nueva resolución, a la que accedió Página/12, el juez especifica que entre las evidencias hay comunicaciones internas de la compañía de las que surge que “este funcionario (Ulloa) habría sugerido al gerente de proyecto de Skanska S.A. –(Alejandro) Gerlero– la contratación de Infiniti Group S.A.”. Infiniti es una de las 23 sociedades que le proporcionaron facturas truchas a la multinacional sueca para que simulara gastos en el marco de la adjudicación de la ampliación de los gasoductos Norte y Sur.

Ulloa, como gerente del fideicomiso del Banco Nación, administraba los fondos destinados a financiar las obras. Las pruebas a las que alude López Biscayart son un supuesto memo de Gerlero y un intercambio de e-mails entre este ex gerente y el auditor de Skanska, Claudio Corizzo. “El contador Ulloa, de Nación Fideicomisos, después de preguntarme quién haría la ingeniería me sugirió que debía contratar a una empresa de su confianza”, fue lo que le explicó Gerlero al síndico, que le había preguntado cómo se había contactado con Infiniti.

Gerlero fue indagado el mes pasado y le dijo al juez penal tributario que no conocía a Ulloa y que la firma que estaba en el memo en cuestión no era la suya. Había sido detenido junto con otros siete ex directivos de la compañía.

Con el antecedente de aquellas detenciones que terminaron rápidamente en excarcelaciones, Ulloa pidió por anticipado la exención de prisión a través de su abogado Pablo Slonimsqui. Fue para ahorrarse un disgusto. Y porque sabe que López Biscayart lo sigue investigando. Entre las últimas medidas, por ejemplo, el juez pidió informes sobre todos los números de teléfono que tuvo a su nombre entre 2003 y 2006. También requirió los de directivos de Skanska, de Infiniti y dos intermediarios. Quiere chequear quién hablaba con quién.

Finalmente, el magistrado le concedió a Ulloa la eximición, pero le prohibió salir del país sin su permiso y le advirtió que si no se presenta en su juzgado dentro de los primeros tres días hábiles de cada mes, corre el riesgo de quedar detenido. La indagatoria sería en un tiempo.

Después de los primeros allanamientos a sus oficinas, el ex gerente del fideicomiso se presentó espontáneamente ante la Justicia. Sostuvo que no conoce a Gerlero y que no sugirió ninguna contratación. Las recomendaciones –advirtió– podían correr por cuenta de TGN, la gerenciadora del proyecto.

En el fuero federal, Montenegro indagará a Ulloa como sospechoso de coimas el 8 de agosto. Lo citó después que se conoció la grabación de una conversación entre el auditor de Skanska y el ex gerente Javier Azcárate. Según ese diálogo, Nación Fideicomisos se habría llevado un dos por ciento de las coimas. Otro tres por ciento habría sido para el Enargas, cuyo titular, Fulvio Madaro, también fue despedido.