Martes, 19 de junio de 2007 | Hoy
El gobernador Hugo Cóccaro no dejó pasar ni un día antes de retomar la campaña para la segunda vuelta. En esta entrevista explica los motivos de lo estrecha de su victoria y promete ampliar sus alianzas.
Por Martín Piqué
desde Río Grande
Manejar de Ushuaia a Río Grande es un ritual de la política fueguina. La primera es la capital y el centro administrativo y turístico. La segunda es la más poblada y el corazón de las fábricas electrónicas. El gobernador Hugo Cóccaro es de Río Grande, pero ayer anduvo de una ciudad a la otra. No era para menos. Era el día después de las elecciones en las que había ganado por cuatro puntos. Apenas ese estrecho margen lo separa del ARI y debía empezar a trabajar para retener el cargo. La saga de reuniones comenzó en su ciudad y siguió a trescientos kilómetros, en Ushuaia, con el canal de Beagle a la vista. Se discutió cómo encarar los tres días que faltan hasta la veda electoral. Allí estuvo su compañera de fórmula, Rosana Bertone, quien protagonizó a su pesar un hecho fuerte de la campaña (hace una semana, en Internet apareció una vieja grabación ilegal en la que ella decía que nunca apoyaría a “un hombre que mandó matar gente”, en referencia al gobernador). Al final de la jornada, en una pausa de su regreso a Río Grande, Cóccaro conversó con Página/12. Anticipó un triunfo del Frente para la Victoria y confió en que los fueguinos privilegiarán la experiencia de gestión por sobre la “política virtual”, en referencia al ARI.
–El FPV sacó el 32,1 por ciento de los votos, mucho menos de lo esperado. ¿Cómo piensa construir la mayoría para ganar el ballottage?
–En esto estamos trabajando unidos el PJ y el PUL (N. de la R.: en 2003 Cóccaro se fue del peronismo y fundó el partido Unión y Libertad). También con otros partidos más chicos. Trabajaremos martes, miércoles y jueves y luego esperaremos la elección del domingo. Mañana (por hoy) mantendremos una ronda de conversaciones con todos los dirigentes que quieran acompañarnos.
–¿Piensa conversar también con el ex gobernador Jorge Colazo?
–No tengo ningún problema en hablar con Colazo. De hecho ya hemos hablado, él sabe que yo no he hecho nada para que lo destituyeran. Puede ser que hable también con él. Lo más importante de lo que se entiende por concertación es el día después de la elección. Porque hayamos quedado dos partidos para disputar la segunda vuelta no significa que los otros partidos tengan que quedar afuera de todo. Que no haya podido armarse un frente electoral no significa que la concertación deba agotarse allí.
–Con esto parece querer seducir a los radicales, con quienes se quiso armar una concertación como se hizo en Mendoza.
–En mi gobierno yo tengo ministros del Movimiento Popular Fueguino, radicales, peronistas. Tengo muchos amigos radicales y hechos ido juntos en muchas elecciones. En el 2003, con el Frente de Unidad Popular, nos presentamos Colazo, que era radical, yo como peronista y Jorge Martín, también radical. Hay muchos radicales que ya en esta elección votaron al FPV y seguramente habrán muchos más el domingo.
–¿Cómo evaluó los resultados?
–La elección no dejó una buena experiencia. La sociedad del Tierra del Fuego castigó la forma de hacer política de algunos dirigentes o de gente ordenada por algunos dirigentes. Hubo cansancio con las denuncias y contradenuncias, las grabaciones y videos que se han venido mostrando por todo el país. La gente expresó su repudio, aunque la elección no fue todo lo mala que esperábamos. Hubo muchos votos en blanco, muchos votos nulos. Como estas cosas pasaron entre los dos partidos que tenemos mayores posibilidades, el FPV y el Mopof, el ARI sacó ventaja de la situación colocándose segundo. No estamos contentos. Porque lo que se vio en los medios nacionales no es la verdad de lo que sucede en Tierra del Fuego. Es una sociedad muy inteligente, ordenada, con mucho sentido cívico. Aunque hay un submundo de la política, de gente inescrupulosa que se pasa todo el tiempo tratando de tomar fotografías, de pinchar teléfonos, de tener todo ese material almacenado para las elecciones. Algunos lo hacen con un fin político y otros económico. La gente castigó todo eso.
–¿Quién va a ganar?
–Vamos a ganar nosotros. Hay que contar los votos, esperar hasta la veda. Soy tan optimista como la señora Fabiana Ríos.
–¿Cree que se equivocó en algo, tal vez dicho algo de más?
–Puede ser, por supuesto. Uno no es perfecto. Quizá me he equivocado un montón de veces. El efecto mediático que han causado estas noticias que se dieron en Tierra del Fuego y que llegaron a los medios nacionales es lo que molesta a la gente. La verdad, modestia aparte, la provincia de Tierra del Fuego es la mejor del país. Ordenada, linda, con un índice de desocupación muy bajito, 5 por ciento. El índice demográfico es vertiginoso y hay problemas de vivienda. Es una lástima que estemos siendo noticias por este tipo de episodios, que quizá son normales para otras provincias. Pero la gente no se confunde cuando dicen que tal dirigente es secuestrador, asesino, criminal. Hace 25 años que vivo en Tierra del Fuego, todos nos conocemos y sabemos lo que somos.
–¿A qué atribuye el buen resultado del ARI?
–Al voto bronca de la gente. La gente se enojó con estos dos partidos políticos, entre ellos FPV, y eligió votar al ARI. Ese partido siempre tuvo un promedio de 15 o 20 por ciento de los votos.
–¿Pudo haber influido el accidente que sufrió Juan Carlos Ionfrida (el autor de las grabaciones a Bertone)? Ríos dijo que no fue un accidente.
–No me quiero empezar a pelear. Pero está mintiendo descaradamente si ha dicho eso. Hay pericias policiales, hay declaraciones de los muchachos que volcaron cerca de Tolhuin: todos dicen que no ha sido un atentado y que fue un accidente. Decir que ha sido un atentado es una irresponsabilidad total. No sólo perjudica a su adversario sino también a la provincia. Ya estamos acostumbrados a este tipo de denuncias del ARI, que se pasa la vida denunciando.
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