El presidente Néstor Kirchner volvió ayer a Santa Cruz después de dos meses, lapso en el que sucedió la protesta docente que desembocó en la salida del gobernador Carlos Sancho y su reemplazo por Daniel Peralta. El Presidente encabezó un acto en Río Turbio para largar la construcción de una central termoeléctrica, pero aprovechó para defender a su hermana y probable candidata a gobernadora, la ministra Alicia Kirchner, recordando aquel episodio en el que le tiraron harina y huevos. “Nunca creí que en Santa Cruz podía haber gente que se dicen militantes políticos, sociales o lo que sea y que agredieron cobardemente como lo hicieron con Alicia, que es una mujer integrada a las luchas sociales y a los trabajadores en Santa Cruz y en el país”, sostuvo.

Alicia estaba en el palco junto a Kirchner. También estaban la primera dama, la senadora Cristina Fernández; el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el gobernador Peralta. “Fue un hecho que me conmovió por su cobardía”, sostuvo el Presidente, a propósito de la agresión a su hermana. En mayo pasado, durante el clímax de la protesta docente, Alicia Kirchner se encontraba en un restaurante en Río Gallegos. Cuando salió de allí, le arrojaron harina y huevos, la empujaron y le tiraron del pelo. El Presidente insistió sobre el episodio: “A los cobardes no se les responde de la misma manera, sino que venimos con la fuerza del amor, la solidaridad, de quienes fundaron esta tierra y esta Patria”.

Kirchner también elogió a Peralta, quien era legislador en uso de licencia e interventor justamente en el Yacimiento de Río Turbio cuando asumió la gobernación. “Le quiero agradecer a Daniel que tuvo el coraje de tomar la posta para darle la gobernabilidad que tenemos que darle a Santa Cruz. Siempre te vamos a ayudar incondicionalmente para que las cosas se sigan haciendo”, le dijo.

El Presidente encabezó un acto en Río Turbio donde se conocieron los oferentes para la construcción de una central termoeléctrica de 240 megas de potencia, con una inversión estimada en 1500 millones de pesos. De yapa, anunció a los mineros un aumento salarial del 16,5 por ciento, la jubilación minera que representará entre el 84 a 90 por ciento móvil y establecer en unos dos meses la jornada de trabajo de 6 horas, “como una reivindicación histórica para los trabajadores”.

Los mineros, felices, iluminaban con sus cascos el palco oficial levantado en el Polideportivo y la imagen de Santa Bárbara, su patrona. Kirchner hizo un discurso reivindicatorio de la región. Sostuvo que la Patagonia dejará “de ser el patio trasero del país para ser el corazón vivo”. Y habló de su provincia. “Tuvimos muchos años de soledad, cuando los diarios nacionales no se acordaban de que Santa Cruz existía, nosotros defendíamos la integridad de la cuenca carbonífera y de la provincia.”

“Con mi compañera de todos los tiempos pusimos y dejamos todo en esta provincia a la cual amamos profundamente”, sostuvo el Presidente. Como cierre una tradición: bajaron del escenario y saludaron y se sacaron fotos con los mineros.