En la búsqueda de alianzas para avanzar en el traspaso de la policía, la Justicia, el transporte, los subtes y el puerto a la ciudad de Buenos Aires, el macrismo reunió ayer a los diputados porteños de casi todas las bancadas opositoras para solicitar que el 1º de agosto la Cámara baja debata esos proyectos en una sesión especial. El PRO, el ARI, la UCR y bloques unipersonales acordaron la conformación de una mesa de trabajo, que incluirá a los legisladores de la ciudad, para acelerar la discusión e imponer una agenda al oficialismo. Aunque el kirchnerismo sólo aceptó darles prioridad a las iniciativas que logren dictámenes en las comisiones legislativas de la Cámara, donde tiene la mayoría necesaria para modificar proyectos y marcar sus propios tiempos parlamentarios.

“Tenemos diez puntos coincidentes y, en base a ello, vamos a trabajar en un proyecto común para llegar a la sesión especial pedida para el 1º de agosto, dos semanas antes de que venza el plazo que puso el gobierno nacional para el traspaso”, dijo el diputado macrista Cristian Ritondo en un mensaje al oficialismo parlamentario por su “morosidad” en el tratamiento de las leyes requeridas por Mauricio Macri. Junto a Ritondo, encargado de la convocatoria, estuvieron casi todos sus compañeros de bancada: Jorge Vanossi, Esteban Bullrich, Paula Bertol, Rafael Martínez Raymonda y Eugenio Burzaco. Por el ARI participaron Delia Bisutti, Fernando López, Emilio García Méndez y María América González; Silvana Giúdice estuvo en representación de la UCR, Claudio Lozano por la CTA y Lucrecia Monti por el peronismo no kirchnerista.

Todos acordaron participar de la mesa de trabajo, que comenzará a funcionar el martes con un representante de cada partido, pero tampoco escondieron sus diferencias con los proyectos macristas. “Es importante cualquier esfuerzo conjunto para dotar de la mayor autonomía a la ciudad”, dijo Bisutti a Página/12 antes de aclarar que “no vamos a aceptar el lobby de sectores interesados en cada tema”. Lozano también argumentó sus diferencias ante este diario: “Tenemos la oportunidad de formar una nueva policía y no quedarnos con la Federal, así como tampoco vamos a dejarnos avasallar por los lobbies y los negocios que existen detrás de cada proyecto, como el policial y el portuario”. Tanto macristas como el resto de los opositores reconocieron el acuerdo como “un hecho político”.