Los heridos fueron 24. Las lesiones resultaron graves en cinco casos y leves en el resto, reiteradas en su mayoría. Así lo determinó la jueza Valeria López Lestón que procesó con prisión preventiva al ex ministro de Gobierno de Santa Cruz Daniel Varizat y comparó la camioneta que utilizó para atropellar a los protagonistas de una protesta en la provincia con los disparos de un arma. La magistrada, además, le trabó un embargo de 120 mil pesos.

Varizat está preso desde el mismo 17 de agosto en que se lanzó con su Grand Cherokee de dos toneladas sobre una multitud de empleados estatales que realizaban una marcha convocada por la Mesa de Unidad Sindical a pocas cuadras del club donde el presidente Néstor Kirchner y la candidata presidencial Cristina Fernández participaban de un acto proselitista. El evento simbolizaba el regreso de la pareja a la provincia después de cinco meses y amagaba con convertirse en el lanzamiento de la candidatura del gobernador Daniel Peralta, que quedó postergado.

La escena surrealista que interpretó Varizat dejó marcas bien palpables: dos mujeres siguen en el hospital con importantes lesiones. Teresa Coronel sufrió una fractura de pelvis y Marta Guillarmaz tuvo una perforación del pulmón, fractura de clavícula y la fisura de una vértebra.

La imputación que resolvió aplicar la jueza preanuncia una estadía prolongada en la cárcel para el ex diputado. Le adjudicó “lesiones graves en tres hechos y lesiones leves en doce hechos, en concurso real con lesiones graves reiteradas en dos hechos y leves en siete”. Javier Pérez Gallart, apoderado del gremio docente Adosac y abogado de ocho querellantes explicó que, frente a una futura condena, se podría tener en cuenta la pena máxima prevista para el delito más severo (seis años) agravado por la intencionalidad. “Serían hasta doce años de prisión”, explicó. Aclaró que el cálculo no se basa en una suma aritmética de las penas sino que el delito más grave “absorbe” a los demás.

En su resolución de 15 fojas la jueza López Lestón equiparó las maniobras que Varizat hizo con su camioneta con los disparos premeditados de arma de fuego: señaló que hizo una primera embestida, retrocedió y volvió a la carga contra la gente. “Es innegable –dice la resolución– que si una persona acciona dos veces el gatillo de un arma de fuego efectuando un leve movimiento de su dedo índice lesionando a dos personas nadie dudaría de que se trata de dos conductas que satisfacen cada una de ellas los requerimientos del tipo penal. Pues bien, el hecho que nos ocupa guarda similitud con el ejemplo brindado, si consideramos a la camioneta del imputado como un arma.”

Pérez Gallart se mostró conforme con la resolución, que consideró correcta “en lo formal”, aunque advirtió que las conclusiones de la propia jueza “ponen en evidencia que se trató de una tentativa de homicidio”. “Nosotros hemos planteado que se aplique esa calificación y la vamos a seguir reclamando.”

El fiscal Andrés Vivanco también avaló el procesamiento que, explicó, “tomó en cuenta las (declaraciones) testimoniales, las certificaciones clínicasmédicas y las pericias practicadas a la camioneta”. Vivanco explicó que todas las pruebas contradicen la teoría de Varizat de que se le escapó el freno de la cuatro por cuatro sin querer. “Se hizo una reconstrucción de los hechos, con la camioneta y con peritos mecánicos”, advirtió, y quedó a la vista que “no es posible que la camioneta se mueva como se ve en los videos de la forma en que él explica, sin apretar el acelerador y sin poner en un punto de esfuerzo el auto”.

Varizat fue indagado dos veces y, en ambas, insistió con la misma explicación en la que intenta mostrarse como víctima de una situación de pánico. La segunda fue la semana pasada. Ahí aportó sólo un dato novedoso, según revelaron fuentes de la causa, al precisar que el quinto hombre que iba en la camioneta era el consultor Miguel de Godoy, un ex vocero de Fernando de la Rúa, que había ido a Santa Cruz a colaborar con la campaña del gobernador Peralta. Los otros ocupantes eran Alberto Roncich, directivo del diario El Patagónico; Abel “Chopo” Pérez (del mismo medio) y el presidente de Fomento Minero Santa Cruz, Roberto Traba. Hasta ahora en el expediente figura sólo que Traba declaró como testigo, en línea con Varizat.

El fiscal Vivanco dijo que “Varizat pudo haberse asustado, pero lo que parece exagerada es la reacción”. Anunció que le harán, por eso, una evaluación psiquiátrica y psicológica.