Sábado, 8 de septiembre de 2007 | Hoy
EL PAíS › LA PETROLERA ANUNCIO LA SUSPENSION DEL ACUERDO DE SUMINISTRO A SUS ESTACIONES
La carta documento que ayer empezaron a recibir las 700 estaciones de servicio de la red de Shell es un anticipo de rescisión del contrato, según interpretaron las entidades del sector. La provisión de combustible solamente alcanzaría hasta el lunes o martes. Los mayores problemas aparecerán en el abastecimiento de gasoil.
Por Raúl Dellatorre
La petrolera Shell comenzó ayer a enviar las cartas documento a la red de estaciones de servicio que opera bajo su marca, anticipándole “la suspensión en su totalidad del Acuerdo de Suministro que nos vincula”, a raíz de la “arbitraria decisión de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo” de clausurar la planta refinadora de Dock Sud. Dicha comunicación fue interpretada por el sector expendedor como “un virtual aviso de rescisión del contrato, que dejará a 700 estaciones de servicio fuera del mercado”. Voceros de la petrolera, en cambio, explicaron que la nota debe interpretarse como la “suspensión de las obligaciones de suministro hasta tanto se mantenga la causa de fuerza mayor”. Hasta el propio argumento de “fuerza mayor” está en discusión, en tanto desde el lado de las estaciones de servicio se acusa a la petrolera de “pretender instalar la sensación de caos” en el sector. En las actuales condiciones, el abastecimiento a la red de estaciones de Shell estaría garantizado apenas hasta el inicio de la semana próxima. “El lunes veremos”, respondieron lacónicamente desde las oficinas céntricas de la petrolera al respecto.
El Gobierno reiteró que la empresa incumplía las normas ambientales. La secretaría del área, Romina Picolotti, indicó que se constataron derrames y pérdidas en la planta de Dock Sud y que se informó de ello a la casa matriz para que asuma su responsabilidad.
La empresa angloholandesa había anticipado el jueves, en conferencia de prensa, que lo que no abastezca a partir de la parada de su planta no podrá ser reemplazado en el mercado, porque el resto de las refinerías ya se encuentra trabajando al límite de su capacidad. El titular de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes, Manuel García, refutó dicha interpretación. “No es tan grave el panorama como para no resolverlo; el abastecimiento de naftas se puede cubrir con lo que actualmente exportan las demás petroleras. En gasoil de todas formas hay que importar para atender la demanda interna, y Shell no tiene más del 11 o 12 por ciento del mercado”, afirmó el dirigente de los expendedores. “El tema es si hay voluntad de hacerle cumplir sus obligaciones a las demás petroleras, porque las exportaciones de combustibles sólo están autorizadas una vez que se cubran las necesidades internas”, recordó.
Pero, a ese panorama, ayer Shell le agregó una situación más preocupante, al dejar en vilo a 700 estaciones de servicio que dependen de su abastecimiento. En la carta documento que envió a los expendedores contratados, informa que “quedará suspendido en su totalidad el Acuerdo de Suministro que nos vincula, y consecuentemente quedarán suspendidas la totalidad de las obligaciones a nuestro cargo, sin causal de imputabilidad debida a culpa, negligencia o dolo (de nuestra parte), atento la irrazonable e ilegal clausura” de la planta Dock Sud.
Según Luis Malchiodi, presidente de la Federación de Entidades de Combustibles de la provincia de Buenos Aires, “Shell instala una situación que es desesperante, de extrema gravedad, para 700 estaciones de servicio, porque está comunicando que se desvincula de las mismas por razones de fuerza mayor. Va a dejar de abastecer, y al expendedor no le queda más alternativa que cerrar una vez que se termina el stock. Por más que quede en libertad de acción, no tiene a quién comprarle o con quién contratar. Si hoy un dueño de una estación va a una petrolera a ofrecerse como expendedor, no pasa de la recepcionista”.
La carta documento de Shell plantea que, “en uso de las facultades conferidas en el Acuerdo de Suministro de productos que nos une, invocamos formalmente la constitución de la situación de fuerza mayor descripta en el mismo”. Manuel García anticipó el rechazó a la invocación a razones de fuerza mayor. “No fue un tornado el que se llevó la planta, son problemas de la propia empresa, que deberá dirimir con las autoridades de control si son sancionables o no; pero frente a las obligaciones que tiene por contrato, no hay razón de fuerza mayor que valga. Estamos instruyendo a nuestros abogados para que asesoren de la mejor manera a los asociados, para responder y reclamar el cumplimiento del contrato: si no pueden producir, que compren el combustible a terceros, pero el abastecimiento a la estación de servicio de bandera es obligación de Shell”, afirmó el titular de AESI.
De acuerdo con el plan de parada de planta que presentó Shell ante las autoridades, durante cinco a seis días seguirá procediendo a la carga de la destilería para ir bajando de a poco el ritmo de refinación. “La planta no puede pararse de un día para el otro sin correr el riesgo de inutilizarla”, había advertido Juan José Aranguren, presidente de Shell Argentina, el jueves último. Además, la refinería cuenta con naftas y gasoil en los tanques de almacenamiento contiguos a la planta de Dock Sud, los que va agotando paulatinamente con la distribución a la red de estos días. Entre el stock al momento de la clausura y la producción declinante hasta la parada total, se estima que la provisión a la red alcanzaría para cinco a seis días. Es decir, hasta el lunes o martes próximo, desde el momento de la clausura.
En opinión de Malchiodi, los problemas van a aparecer antes. “Una vez evacuados los tanques de almacenamiento de Dock Sud, empezará a sentirse el faltante. Especialmente en gasoil, porque ya ahora está faltando en zonas rurales. No existe intermediario, mayorista ni importador en el mercado que hoy pueda ofrecer suministro sustituto si la petrolera deja de entregar. Si ya ahora no hay producto, con el problema del gasoil que se convirtió en crónico, no quiero pensar lo que será la semana próxima”, se lamentó.
Para Shell, sin embargo, el problema ahora está en manos de las autoridades y en la respuesta que le den a la apelación administrativa que presentaron contra la clausura de la planta. “No existe incumplimiento alguno por parte de Shell Capsa a la normativa vigente respecto de la operación segura de la refinería Dock Sud”, reiteró ayer la empresa en la carta documento enviada a la red de estaciones. Pero con su decisión de discontinuar el suministro, convirtió la “situación de fuerza mayor” en una bomba de tiempo. La pregunta es si existirá el MacGiver que sepa desactivarla.
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