La Cámara de Apelaciones en lo Civil de Paraná falló a favor de MFC, la joven entrerriana con una discapacidad mental severa que quedó embarazada en una violación. En una sentencia unánime, el tribunal revocó la prohibición de que se le practique un aborto que regía para hospitales públicos y sanatorios privados, le devolvió la guarda de la adolescente a su madre y le quitó a la vez la tutela del feto al Consejo Provincial del Menor. De esta forma, hizo lugar a la apelación del defensor oficial que representa a la mamá en los tres puntos planteados por el letrado y en menos de 48 horas desarmó el andamiaje legal montado por la defensora del no nacido Marcela Piterson y la jueza de Menores de Paraná Claudia Salomón, para bloquear el acceso al aborto no punible que reclama la mujer, tal como viene informando Página/12 desde hace diez días.

Ayer, MFC dejó el Hospital Materno Infantil San Roque, de Paraná, donde permaneció internada desde el lunes por disposición del Consejo Provincial de Menor, y regresó a su casa, en el humilde barrio Humito, de la mano de su mamá. Fue recibida por sus hermanitos: con ella viven siete de los diez que tiene. “Está contenta de volver con nosotros. Volvió a reír”, contó anoche su mamá, Marta Gauna, a Página/12, al dar detalles de la resolución judicial. “Pero todavía falta que se haga lo que yo pedí”, destacó la mujer, en referencia a la interrupción del embarazo que lleva su hija, producto de un abuso sexual.

Hacía once días que MCF no dormía en su cama: en la noche del lunes 27 de agosto, en forma compulsiva, fue alojada en una residencia del organismo entrerriano, con un estricto régimen de visitas. Era la primera vez en su vida que dormía fuera de su hogar. Permaneció allí hasta el lunes por la mañana, cuando la trasladaron al hospital para determinar la edad gestacional y evaluar su discapacidad. Ahí sí le permitieron estar en compañía de su mamá.

El fallo de la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial fue unánime: lleva la firma del presidente Eduardo Romeo Carbó y de las juezas Silvia Pereateu y Graciela Basaldúa, según destacaron allegados a la familia de MCF. La sentencia revoca la medida cautelar otorgada por la jueza Salomón a pedido de la defensora del feto. Tanto Piterson como el padre biológico de MFC (que también es parte en la causa, a pesar de que hace dieciséis años que no ve a la muchachita y nunca se ocupó de su crianza ni le pasó una cuota alimentaria) tienen unos días para apelar.

La resolución, que hace lugar al recurso de apelación del defensor Pablo Barbirotto, levanta la prohibición de que la joven sea sometida a un aborto en el Hospital San Roque y en cualquier clínica privada del territorio entrerriano y le quita la guarda provisoria de la adolescente y del feto al Consejo Provincial del Menor. La insólita medida de poner bajo tutela del Consejo al feto fue revelada por este diario el miércoles pasado.

En la denuncia penal por abuso sexual, la madre de MFC acusó al hermano de su pareja de haber violado a su hija. La chica tiene un embarazo de casi 17 semanas. Los estudios neurológicos y psiquiátricos determinaron que tiene una edad mental de una nena de 5 años. No sabe leer ni escribir, apenas balbucea y tiene dificultades para controlar esfínteres. Su mamá pidió la interrupción del embarazo el 15 de agosto en el San Roque. Le asignaron fecha para la intervención para el lunes 27, pero le exigieron la denuncia penal de la violación. Gauna denunció el caso el mismo 15 de agosto y el expediente pasó al juzgado de instrucción Nº 5 de Paraná, que dio intervención a la defensora Piterson, en representación del no nacido, ante el planteo del pedido de aborto no punible. Después, vendría la prohibición. El drama de MFC continúa.