Luego del alerta sobre un posible fraude lanzado en los últimos días por candidatos de la oposición, la empresa Indra –que estará a cargo del escrutinio de las elecciones del 28 de octubre– aclaró que “no es un sistema que tenga debilidades, nadie puede entrar o salir” del recuento de votos y que, en la medida en que los datos de los telegramas que carguen sean correctos, “no puede haber problemas”. Además, adelantaron que en estos comicios se escanearán todos los telegramas a medida que se incorporen a los cómputos oficiales –correspondientes a las cerca de 70 mil mesas habilitadas en todo el país–, que quedarán a disposición de los fiscales de los partidos para que puedan consultarlos a través de Internet.

“No es realista decir que se puede hacer maniobras”, aseguró Guillermo Lamadrid, gerente de procesos electorales de Indra. “Los votos se cargan, se totalizan y salen”, agregó. En esta ocasión funcionarán 37 centros de cómputos en todo el país, mientras que el central se ubicará como es tradición en el Correo.

Indra, una compañía de origen español que viene encargándose de los escrutinios de las elecciones nacionales desde 1997, salió a detallar cómo será el trabajo que pondrá en marcha para los comicios. Una forma de responder a las sospechas lanzadas en los últimos días, sobre todo a partir de los problemas registrados en Córdoba y Chaco. A propósito, la empresa aclaró que en ninguno de esos dos casos estuvo a cargo del escrutinio y también que el 28 de octubre se encargará de contar sólo los votos de los cargos nacionales. El conteo de las boletas para puestos locales quedó en manos de cada municipio.

Junto a Lamadrid, en el encuentro de ayer con la prensa también estuvieron el presidente de Indra, Horacio Losoviz, y el director Ricardo Viaggio. Como muestra de su “independencia”, los empresarios recordaron que ya fueron contratados por los gobiernos de Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner y que sólo en el último caso, en 2005, ganó el oficialismo. Incluían la reciente elección porteña, en la que el jefe de Gobierno quedó fuera del ballottage.

“Jamás tuvimos ningún impedimento ni intromisión de parte del Ministerio del Interior, ni tampoco lo permitiríamos”, sostuvieron los directivos sobre el trabajo que les espera el 28. Con todo, Interior es el que determina a partir de cuándo se hacen públicos los datos del escrutinio, que por tradición es a partir de las 21 de ese domingo. En Indra calculaban que a esa altura tendrían escrutado alrededor del 15 por ciento de las mesas. Como curiosidad, adelantaban que dado que las boletas con menos categorías estarán en distritos como Capital Federal, Santa Fe y Córdoba –renuentes al oficialismo–, puede que los datos iniciales no arrojen los mejores porcentajes a Cristina Fernández de Kirchner. Para el final llegarán distritos de conteo complejo, como Formosa y La Rioja, en los que funciona la Ley de Lemas y habrá cientos de boletas.

Sobre la posibilidad de una caída del sistema que complique el recuento, los representantes de Indra aseguraron que es imposible porque la carga de datos se hace a través de una red cerrada sin acceso externo. Distinto es el caso de la página de Internet elecciones2007, a través de la que se podrá seguir el escrutinio. Pero aun si un hacker lograra ingresar allí –cosa que evalúan muy improbable– el problema afectaría sólo la transmisión de datos al público y no la carga de votos, que continuaría sin inconvenientes.