EL PAíS › EL MACRISMO PONE TRABAS A LA CREACION DE UN LABORATORIO PUBLICO EN LA CIUDAD

Un rechazo que no encuentra cura

El proyecto tiene dictamen de mayoría de las comisiones de Salud y Presupuesto. Propone que el laboratorio estatal produzca medicamentos para abastecer al sector público y “garantizar a la población el acceso a la salud”. El macrismo pretende recortar su función, para que elabore sólo lo que los privados no producen por razones económicas.

Contra la opinión de todos los bloques, el macrismo se opone en la Legislatura porteña al proyecto para crear el Laboratorio Estatal de Producción de Medicamentos. La iniciativa fue aprobada por las comisiones de Salud y de Presupuesto, con un despacho mayoritario y otro, macrista, en minoría. Según el dictamen mayoritario, el laboratorio produciría medicamentos destinados a “los sectores más desprotegidos”, que así se abaratarían respecto de los productos comerciales. El dictamen de la minoría macrista, en cambio, prefiere restringir la órbita del futuro Laboratorio Estatal a los medicamentos llamados “huérfanos”, es decir, “fármacos no desarrollados por la industria farmacéutica por su baja rentabilidad”. El proyecto, con sus dos dictámenes, podría tratarse en el recinto “dentro de dos semanas”, según una de las diputadas que lo auspician, y el apoyo de la mayoría de los bloques garantizaría su aprobación. Sin embargo, una fuente del macrismo deslizó que “el proyecto está stand by”. Para otro legislador, “los diputados macristas recibieron ‘de arriba’ la orden de frenar el proyecto, y el dictamen de minoría lo hicieron sólo para trabarlo”.

El proyecto inicial fue presentado por las diputadas Beatriz Baltroc y Ana María Suppa (Frente para la Victoria): dispone la creación del “Laboratorio Estatal de Producción de Medicamentos, en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y regula su funcionamiento. El organismo “es exclusivamente de propiedad, administración y gestión estatal” y “tiene como funciones el desarrollo de medicamentos, especialidades medicinales y fórmulas para la atención primaria y hospitalaria del subsector estatal, así como la capacitación de recursos humanos y la investigación y desarrollos”. El Laboratorio “desarrollará, según sus recursos, la producción de medicamentos huérfanos, de escaso interés comercial, u otros que se consideren básicos o imprescindibles para atender los problemas de salud de los sectores más desprotegidos”.

La legisladora Beatriz Baltroc destacó que “cuando se votó el Polo Farmacéutico (zona que la ciudad otorgó a empresas farmacéuticas privadas para ampliar sus instalaciones) se estableció que, dentro de ese vasto predio en Villa Lugano, se reservará un espacio para el laboratorio estatal: así que el tema ya está legitimado”. Baltroc observó que “el Laboratorio permitiría cubrir la demanda de las drogas básicas utilizadas en los hospitales públicos” y recordó que “en 2002, durante la crisis, hicimos estudios que mostraban una gran disminución de precios de los medicamentos producidos en laboratorios públicos con respecto a los privados”.

La diputada advirtió que el Laboratorio Estatal funcionaría sobre la base del “Taller Protegido Nº 4, que empezó funcionando con pacientes del Hospital Borda en rehabilitación y después se desarrolló con personal técnico”. Sin embargo, puntualizó Baltroc, “hemos tenido una gran resistencia del macrismo”. Según la diputada, “la actitud de ese bloque fue muy rara: cuando nuestro proyecto se debatió en la Comisión de Salud, no acompañaron pero sin presentar ninguna propuesta; en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, que sólo debería considerar la financiación del proyecto, aparecieron con una propuesta de fondo distinta. La presión real es para que no llegue a votarse. Desde hace años venimos presentando esta ley y nunca se pudo votar. Ahora estamos empeñadas en sacarla de una vez y, si se vota, va a resultar aprobada porque el macrismo sólo tiene 22 legisladores sobre 60”.

El despacho de minoría, firmado por Soledad Acuña y Carlos Lo Gu-zzo, con apoyo del bloque macrista, subraya que “el Laboratorio Estatal de Medicamentos tiene como objetivo el desarrollo, elaboración, fraccionamiento, control y comercialización de los medicamentos huérfanos que se establezcan a través de la reglamentación”, y aclara que “se entiende por medicamento huérfano a los fármacos no desarrollados por la industria farmacéutica por razones financieras”. El despacho admite también el desarrollo de otros medicamentos “para los efectores del subsector estatal”.

Según Ana María Suppa, “el macrismo quiere que el Laboratorio Estatal sólo se dedique a los medicamentos huérfanos, priorizando así los intereses de los laboratorios comerciales. Nuestro despacho, en cambio, apunta básicamente a elaborar fármacos esenciales, para facilitar el acceso de la población, aunque también se ocupa de los medicamentos huérfanos”. La legisladora señaló que “ya actualmente los hospitales solicitan al Taller Protegido Nº 4 medicamentos como el ácido fólico, para mujeres embarazadas.

La pregunta del millón es cuál será el destino del proyecto. Alejandro Rabinovich (telermanista) firmó el despacho de mayoría, “pese a que yo hubiera preferido una intervención estatal todavía mayor, de modo que la producción del Laboratorio permitiera regular los precios del mercado de medicamentos, dominado por las enormes ganancias de las empresas farmacéuticas. Pero ahora lo más importante es que la ley salga”. Según Rabinovich, “si bien el proyecto ya había sido presentado en años anteriores, es la primera vez que logra dictamen de comisiones; creo que puede salir”. El legislador estimó que “sólo el macrismo votará en contra: el resto de los actores políticos están a favor”.

También la diputada Florencia Polimeni (también telermanista) manifestó “algunos reparos menores, pero lo importante es que la creación del Laboratorio se apruebe; lo demás se irá modificando sobre la marcha”.

Sin embargo, según un diputado favorable al proyecto, éste “duerme el sueño de los justos: en las últimas cuatro o cinco sesiones estaba en el orden del día pero, cada vez que la sesión llega a este punto, se levanta”. Según este legislador, “algunos sectores del macrismo querían acompañar el proyecto pero recibieron, ‘desde arriba’, la orden de que no. El propósito de haber hecho un dictamen de minoría no es otro que trabar el proyecto”.

Esto fue de algún modo ratificado por una fuente próxima al sector macrista de la Comisión de Presupuesto y Hacienda: “El proyecto está en stand by; no ha habido progresos en el tema”, afirmó, y explicó que “a partir de la aprobación con despacho de minoría, el proyecto tiene que volver a la Comisión de Asesores de la Comisión de Presupuesto. Los asesores examinan las observaciones que se hicieron y formulan sus propias observaciones; a partir de esto, el proyecto vuelve a ser examinado por los legisladores de la Comisión de Presupuesto, y recién después iría al recinto”. La fuente macrista destacó que “el proyecto ni siquiera tiene fecha para que lo trate la Comisión de Asesores”.

Página/12 intentó comunicarse con legisladores de la bancada macrista: procuró en vano ubicar a la diputada Soledad Acuña, presidenta de la Comisión de Salud. Tampoco Diego Santilli pudo ser encontrado porque –según una fuente del bloque– “está en un ‘retiro espiritual’, similar a los que se hacen en las empresas, junto con otros funcionarios designados para el próximo gobierno de Mauricio Macri.

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El proyecto cuenta con el apoyo de todos los bloques, menos del macrismo, que tiene 22 de los 60 legisladores.
 
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