EL PAíS › CANCILLERIA DESMINTIO LA VERSION DE UN ACUERDO LANZADA EN URUGUAY

Una hoja de ruta llena de baches

Según un dirigente de la oposición uruguaya, ambos gobiernos firmarán una “hoja de ruta de diálogo”, que se anunciará en la Cumbre Iberoamericana de Chile. Hubo enojo en la Cancillería.

La Cancillería desmintió las versiones difundidas en Montevideo sobre la discusión de un acuerdo que, poniendo bajo un paraguas el tema de Botnia, avance sobre otras cuestiones, como la redacción de un nuevo Estatuto del Río Uruguay. Los voceros del ministerio salieron a contestar así las declaraciones del líder de la oposición uruguaya, Jorge Larrañaga, quien tras entrevistarse con Tabaré Vázquez había asegurado que ambos países prevén firmar “una hoja de ruta de diálogo” en noviembre, durante la Cumbre Iberoamericana de presidentes en Santiago de Chile. También advirtieron que si se llega a ese encuentro con la planta funcionando, como esbozó el miércoles el ministro de Medio Ambiente uruguayo, “se que tornaría imposible cualquier resultado” en las conversaciones que se realizan con la facilitación de la corona española. Botnia ratificó, mientras tanto, que ya terminó con las pruebas de la planta y que si hoy tuviera los permisos, podría empezar a producir.

El nuevo roce diplomático se produjo luego de que el ministro de Medio Ambiente uruguayo, Mariano Arana, dijera el miércoles que su país le otorgará la autorización a Botnia en menos de un mes. Ayer Arana sostuvo que sus palabras habían sido “sobredimensionadas” y que el proceso no tiene fechas. Pero fue una desmentida confusa: “Botnia aún no tiene la autorización ambiental de operación. Eso dependerá de los análisis que la Dirección de Medio Ambiente haga de la información entregada por la empresa; sólo puedo decir que estamos en la última etapa. No demandará mucho tiempo, pero es imposible determinarlo con exactitud, puede ser una semana, cinco, seis... Es imposible determinarlo y en esto no tienen nada que ver consideraciones políticas, sino exclusivamente técnicas”, señaló.

Al mismo tiempo, el jefe del Partido Blanco detalló los puntos del supuesto acuerdo en el que estarían avanzando los dos gobiernos. Esa supuesta “hoja de ruta”, aseguró Larrañaga, no buscaría resolver las cuestiones de fondo, pero sí aludiría a la intención de negociar un nuevo estatuto sobre el río Uruguay para sustituir al sancionado en 1975, y a la voluntad de darle mayor fluidez al funcionamiento de la comisión binacional que administra ese curso de agua, la CARU. También establecería la creación de un “polo de desarrollo ambiental” en Fray Bentos.

Las declaraciones causaron malestar en la Cancillería, que acusó al Uruguay de “entorpecer el trabajo de la facilitación”. Los voceros del área señalaron que Argentina “rechaza cualquier negociación de un nuevo estatuto” y “reafirma la necesidad de que el Uruguay cumpla el que existe, que es lo que ha fallado de su parte en los últimos cuatro años”.

Los voceros replicaron por otra parte los dichos de Arana, a los que consideraron una provocación. Y volvieron a criticar que la empresa presione con sus declaraciones públicas. La compañía finlandesa ya hizo naufragar un principio de acuerdo cuando se negó a suspender la construcción de su planta para que se realizara un estudio de impacto ambiental y el año pasado, cuando comenzó el diálogo en Madrid, los principales directivos sostuvieron que el gobierno de Tabaré nunca les había solicitado detener las obras, lo que fue desmentido por las autoridades uruguayas.

Ayer, fuentes de Botnia señalaron que “la empresa espera que el permiso se dé cuanto antes”, aunque “internamente, al evaluar la coyuntura, se llegó a la conclusión de que el funcionamiento pleno de la planta recién podrá ser en noviembre”. Una vez que se produzca la autorización pendiente, la puesta en producción no será automática, sino que pasaran unos días, quizás una semana, para entrar en funcionamiento.

En Gualeguaychú, por su parte, los vecinos se preparan para viajar este fin de semana a Nueva Palmira, Colonia, para coordinar acciones con los uruguayos que rechazan el modelo forestal. En Nueva Palmira funciona la recientemente inaugurada terminal portuaria de Ontur, que Botnia utilizará para exportar su producción de pasta de celulosa.

Por el Uruguay concurrirán delegaciones de Colonia, Carmelo, Conchillas, Montevideo, Tararira, Mercedes, Fray Bentos y Artigas. Son asambleas que, por encima de su rechazo a las plantas de celulosa, se oponen al modelo forestal. Los participantes del encuentro tienen la intención de crear una Asamblea Regional del río Uruguay para impulsar acciones conjuntas en defensa del medio ambiente.

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Funcionarios argentinos y uruguayos se reunieron el sábado pasado en Nueva York.
 
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