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Los abogados de Fernando de la Rúa pueden darse por satisfechos. Aunque la Cámara Federal ordenó a la jueza María Servini de Cubría que lo indague por los homicidios ocurridos durante la represión del 20 de diciembre, Página/12 pudo saber que la magistrada decidió no citarlo hasta que no sea resuelto el recurso extraordinario que presentaron sus defensores para que la Corte Suprema anule aquella decisión de los camaristas de la Sala I. Por otra parte, el 13 de setiembre será indagado el comisario Sergio Weber, acusado por el asesinato de Carlos Almirón, Diego Lamagna y Gastón Riva. Y ayer comenzaron las indagatorias de cuatro policías acusados de haber lesionado gravemente al manifestante Jorge Cárdenas.
Este manifestante, cuya fotografía desangrándose en las escalinatas del Congreso recorrió el mundo en diciembre, no es el sexto muerto porque los investigadores aún no pudieron establecer que su fallecimiento, ocurrido el 2 de agosto, haya tenido relación con el balazo en la pierna que recibió en la madrugada del 20 de diciembre. Un perito médico forense está analizando su historia clínica, pero todo hace suponer que el paro cardíaco que sufrió no tuvo relación con la herida que había recibido ocho meses antes. La jueza también indagará a dos manifestantes acusados de agredir a piedrazos a los policías.
La Sala I de la Cámara Federal puede rechazar el recurso extraordinario presentado por la defensa de De la Rúa, pero el asunto llegará de todos modos a la Corte porque pueden acudir “en queja”. Aunque los camaristas aún no se definieron al respecto, una alta fuente judicial aseguró a Página/12 que Servini de Cubría no llamará al ex presidente a indagatoria por los homicidios de diciembre, como tampoco al ex ministro Ramón Mestre y al ex secretario de Seguridad Enrique Mathov, tal como le ordenaron sus superiores. Los ex funcionarios aliancistas pueden respirar aliviados pues se aleja la posibilidad de tener que dar explicaciones sobre el asesinato de cinco manifestantes durante la represión que ordenaron antes de retirarse del poder.
La importancia de la citación a indagatoria de Weber reside en que la causa avanzó en la determinación de las responsabilidades de los otros tres manifestantes asesinados durante la masacre de Plaza de Mayo. Los testigos de la muerte de Almirón, Lamagna y Riva no pudieron identificar a los policías que vieron disparar contra estos manifestantes, más allá de declarar que llevaban el casco “tortuga” que usa la Infantería. Por lo tanto, no hay reconocimiento de los autores materiales pero los fiscales Luis Comparatore y Patricio Evers determinaron que Weber habría cometido los homicidios “por omisión”, al incumplir con su deber de impedirlos. Aquel día, Weber era el jefe del Cuerpo Operaciones Federales (COF) integrado por la Infantería de la Policía Federal. De las transcripciones del trunking se desprende que este oficial se comunicaba con la Sala de Situación, se encontraba a pocos metros de los hechos y quienes dispararon estaban bajo sus órdenes.
“Weber tuvo durante las horas del conflicto un rol preponderante en la represión de los manifestantes, especialmente en la zona de Avenida de Mayo donde se produjeron homicidios y lesiones aún no esclarecidos”, escribieron los camaristas Gabriel Cavallo y Horacio Vigliani en la reciente resolución de las apelaciones del caso. Además, los fiscales acusan a Weber por las lesiones sufridas por las Madres de Plaza de Mayo que fueron lastimadas por los caballos de la Policía Montada, que también estaba a su cargo. Comparatore y Evers también solicitaron la reconstrucción de la muerte de Alberto Márquez, en Avenida de Mayo y 9 de Julio. La medida implicará un gran despliegue de personal de Gendarmería, la presencia de 25 testigos y la necesidad de cortar esas calles durante varias horas. Servini aún no hizo lugar al pedido. Los fiscalessolicitarán más adelante también la reconstrucción de la muerte de Gustavo Benedetto, frente al banco HSBC de Avenida de Mayo y Chacabuco.