Como no ocurría desde 1955, la Corte Suprema anunció la apertura del año judicial con un acto “solemne, formal y público, pero no vacío de contenido”, aseguró su presidente, Ricardo Lorenzetti. Así fue que ayer en el cuarto piso del Palacio de Tribunales y ante una nutrida concurrencia, el máximo tribunal invitó a “afianzar la justicia”. Con ese objetivo fue que prometió acelerar los tiempos judiciales mediante audiencias públicas, la informatización a nivel nacional de los tribunales y con el “plan nacional de gestión” elaborado por magistrados de todo el país. A la par, ratificó la búsqueda por un Poder Judicial fuerte y “estructuralmente independiente mediante la autonomía presupuestaria”. Sin embargo, respecto de este punto el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, Aníbal Fernández, presente en el recinto, evadió respuestas certeras: “Eso tiene que ser discutido en el ámbito que corresponda”, afirmó.

“Allá afuera hay un rumor que no debemos dejar de escuchar: es la opinión del pueblo. Debemos lograr que las instituciones se abran a las necesidades de la población”, prometió Lorenzetti, el único orador del acto oficial. Con ese fin fue que los altos magistrados bregaron con insistencia por “afianzar la justicia”, como lo indica, señalaron, la Constitución nacional en su preámbulo. “¿A quién le interesa esto?”, se preguntó el magistrado para inmediatamente después responder: “A las víctimas de delitos de lesa humanidad, a los que perdieron los ahorros, a los trabajadores con sus derechos mutilados, a los jubilados, a los excluidos. Pero también a los empresarios que reclaman reglas claras y previsibles y a los que sufren discriminación y violencia doméstica”, añadió.

En su mensaje, Lorenzetti también reclamó “más jueces que sean nombrados en tiempo y forma oportuna”. El mensaje iba dirigido al gobierno nacional, cuyo representante ayer fue Fernández. Ante los periodistas, en tono conciliador el ministro aseguró que la falta de magistrados “se tiene que solucionar este mismo año” y que la idea inicial “es cubrir todas las vacantes” para luego ir “designando jueces en aquellos tribunales que por renuncias o algún otro motivo falte algún magistrado”. Este tema, junto a la autonomía presupuestaria, preocupa particularmente al alto tribunal. Ocurre que el 24 de mayo cesarán los jueces subrogantes (los suplentes que sin nombramiento actúan en juzgados vacantes) y ese escenario, de no ser solucionado, podría generar serios problemas.

Al Palacio de Tribunales también asistió un grupo de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, encabezado por Hebe de Bonafini, a quienes Lorenzetti elogió en su mensaje por haber “luchado toda su vida”.

Para concluir, el presidente de la Corte solicitó políticas de Estado y que “las instituciones se abran a los reclamos sociales” dado que, disparó, “el pueblo escucha las declaraciones pero no percibe los resultados”.

Informe: Diego González